Los delfines y las ballenas tienen una empatía que ha sido científicamente comprobada: son capaces de entender lo que le sucede a otro ser. Y esta vez, un claro ejemplo de ello fue hecho carne por una bióloga marina arrastrada por una ballena para salvarla de un tiburón tigre.
Nan Hauser, la presidenta y directora del Centro de Investigación y Conservación de Cetáceos, fue elevada hacia la superficie del mar por una ballena de 20 toneladas con el fin de salvarla del ataque de un tiburón tigre de más de cuatro metros y medio.
El animal cogió a la mujer con su cabeza y la impulsó hacia arriba hasta que su cuerpo quedó completamente fuera del agua, a salvo del poderoso depredador.
La ballena protegió a la científica poniéndola debajo de su aleta pectoral y la empujó a través del agua hasta un lugar seguro, mientras otra ballena evitaba con su cola que el tiburón la alcanzara. Hauser cree que esta es probablemente la prueba definitiva del instinto que tienen estos cetáceos para proteger a otras especies, entre ellas, la humana.
“No estaba segura de lo que estaba haciendo la ballena cuando se acercó a mí, y no dejó de empujarme en 10 minutos. Parecía que habían pasado horas. Estaba un poco magullada”, contó Hauser.
La científica lleva trabajando 28 años con ballenas y asegura que “nunca había visto a ninguna así de cercana” ni insistente en abrigarla bajo su cabeza, estómago, espalda o incluso en protegerla con su aleta pectoral:
Intenté alejarme de ella por miedo a si me empujaba demasiado fuerte o me daba con sus aletas o cola, ya que podría romperme los huesos o dañarme los órganos. (…) Siento un parentesco muy cercano con los animales, así que a pesar de mi inquietud, traté de mantener la calma y descubrir cómo alejarme de ella.
Luego de que llegara a la seguridad del barco de su equipo en la playa de Muri (Islas Cook), Nan se sorprendió cuando vio a las ballenas en la superficie, comprobando que estaba a salvo.
La bióloga espera que las imágenes de u rescate hagan aumentar las investigaciones sobre la personalidad de las ballenas, ya que esta es la primera vez que han sido captadas en cámara mientras protegían a un humano.
Hasta ahora, sólo se sabía que salvaban a las focas de los cazadores escondiéndolas bajo sus aletas. Como ha dicho la bióloga: “muestran altruismo, a veces arriesgándose a perder sus propia vidas”.