Con el paso de los años, las paredes y pisos de azulejos o cerámicos suelen percudirse o volverse sucios. Por más que limpiemos las superficies, muchas veces no se le presta atención al verdadero problema, la causa de que tengan un aspecto sucio: las juntas.
Es aquel espacio entre los azulejos, que está relleno de cemento, yeso u otro material rugoso, es muy difícil de limpiar. Además, los productos para limpiar cerámicos no sólo no limpian las juntas sino que las humedecen y arrastran toda la suciedad hasta ellas, dejándola pegada para siempre.
Pero la solución es bastante sencilla: tras limpiar los azulejos, debemos limpiar las juntas con un material pegajoso, que pueda ayudar a retirar esa suciedad acumulada en ellas por mucho tiempo. Y la respuesta es ¡una vela!
La cera, además, quedará sobre las juntas, creando una capa impermeable que hará que la próxima vez tarden más en ponerse oscuras.
Materiales:
- Velas blancas
Procedimiento:
Quítale la mecha a una vela o córtasela, para que sea más fácil usar la punta. Pásala por la junta repetidas veces, hasta que la suciedad se pegue a la punta y la junta quede limpia.
Una vez que esté limpio, pasa la vela una vez más para que se forme una capa impermeabilizante.
Y listo: tu pared o piso estará como nuevo.