Al pensar en los futbolistas más ricos del mundo, probablemente se nos viene a la cabeza Cristiano Ronaldo, Lionel Messi o Neymar, pero no un chico de 19 años que juega en las reservas de Leicester City.
Faiq Bolkiah es el futbolista más adinerado del mundo, sobrino del sultán de Brunei (Hassanal Bolkiah), con una fortuna que vale aproximadamente $20 mil millones de dólares. El chico ama presumir de su riqueza, sobre todo a través de sus redes sociales, donde les muestra a todos sus mansiones, autos de lujo y mascotas exóticas.
El famoso extremo de Foxes ha estado jugando en Inglaterra por un tiempo e inició su carrera en el AFC Newbury cuando era joven. En el 2009 el equipo Southampton agregó a Bolkiah a su academia ampliamente reconocida. En el 2003, el Arsenal le ofreció al bruneano un jugoso contrato.
Después formó parte de Chelsea y finalmente, en mayo pasado, comenzó a formar parte de su equipo actual: Leicester City.
A pesar de haber nacido en Los Ángeles, Estados Unidos, Bolkiah optó por jugar para Brunei y ha representado a su país nueve veces, anotando sólo en una ocasión.
“He jugado al fútbol desde que tengo memoria y desde muy joven siempre he disfrutado de salir al campo y tener la pelota a mis pies. Mis padres siempre han apoyado mi sueño de ser futbolista”.
Según los informes, el hermano del Sultán de Brunei gastó aproximadamente mil millones de libras en 15 años como jefe de la agencia de inversión de Brunei.
También se cree que el padre del extremo de Leicester tiene aproximadamente 2.300 automóviles, incluidos 382 Bentleys, 452 Ferraris, 600 Rolls-Royce y 574 Mercedes Benz, entre otros.
Pero lo más impresionante, es que cuando jefri celebro su cumpleaños número 50, hizo volar a Michael Jackson para que le diera un concierto privado. Además de construir un estadio completo para el evento, le pagó al Rey del Pop £ 12.5 millones.
La familia de Bolkiah es propietaria del palacio más grande del mundo, valorado en 350 millones de dólares con 1.888 habitaciones y 257 baños. Es tan grande que la superficie total de la mansión supera a la ciudad del Vaticano.
Si bien el chico nació en una cuna de oro, no se ha conformado con el dinero de su familia y ha trabajado por su propia cuenta para ser algo más en la vida.