La edad en las mujeres siempre ha sido un tema que se ha querido ocultar o hacer pasar desapercibido. Algunas se esconden bajo capas de maquillaje o cirugías, mientras que otras aprenden a tolerar y a convivir con sus signos de la edad. Al parecer la personas tenemos miedo a envejecer, lo que afecta considerablemente nuestro estado anímico.
Sofía Chernyshova es una profesor, entrenadora de negocios y filóloga que se inspiró en las historias de las mujeres en edad madura para compartir sus propios secretos de su “segunda juventud”. En su blog, ella afirma que la vejez en realidad es un tiempo que también puede ser considera como maravilloso.
“¿Por qué yo, a los 50, debería verme como de 30?
Después de todo, la industria de la belleza sólo sabe manipular los complejos de las mujeres: «¡Qué rostro tan horrible tienes! ¡Pareces de 50 años! Pero, con nuestros cosméticos…» Y en este error caen las damas de todas las edades.
El deseo de lucir más atractiva es un estado normal de la mente femenina. Así ha sido siempre, y en todas las edades. La gran Cleopatra usaba leche y baños de miel para preservar su juventud y belleza, y no ha sido la única en intentar algo así.
Al mimo tiempo el sentido común dice que te puedes ver bien, simplemente, cuidando de ti misma regularmente, sin gastar dinero en procedimientos de moda y cosméticos.
Seguramente has escuchado la frase «Tengo 50 años, pero mi alma es de 18». Muchas mujeres se consuelan a sí mismas de esa manera, pero…
¿Por qué nos avergonzamos de los signos externos del envejecimiento, y no sólo de ellos, sino también del hecho de lucir diferentes? ¿Por qué no estamos orgullosos de ser ahora más inteligentes, más sabios? .
¿Qué es eso de «Mi alma es de 18»? Es como volver a hacer cosas estúpidas, enamorarse de la gente equivocada, preocuparse por su apariencia, creer en todos, ser un tonto ingenuo… ¿Qué tiene eso de bueno?
Por alguna razón, un «alma joven » se considera cool. ¿Y un «alma vieja» es qué? Para ganar en mentalidad, crecer, saber más, comprenderte mejor a ti mismo y la gente, distinguir los valores verdaderos de los falsos, tener tu propia opinión en cualquier ocasión, no hace falta preocuparse por las bagatelas.
Este es el crecimiento del alma, y no es algo que está disponible a los 18 años. Ninguno de nosotros, de hecho, tiene un alma joven a los 50+, con todas las características descritas anteriormente, de lo contrario la vida no nos habría enseñado nada.
En mi opinión, deberíamos estar orgullosos por el hecho de que, a los 50+, somos lo suficientemente inteligentes y sabios como para no hacer nada estúpido. Y si una persona adulta, obstinada, se precipita en el abismo de la pasión, o se embarca en aventuras, ¿Cuál es el mérito de esto? ¿De qué debería estar orgullosa?”.
Sofía afirma que las mujeres maduras son aquellas realmente libres, en comparación con las de 18 y ella cree que una persona libre es feliz ya que es capaz de permitirse ser ella misma.
“Honestamente digo que no quiero regresar a mis 18. Me siento mucho mejor ahora, porque mis cambios externos no son nada comparado con los internos. Me agradan mucho más, y no me perturban los signos de la edad”.
Un sabio consejo de una gran mujer segura sí misma.