Consuelo Córdoba es una mujer que pasó varios años de su vida con un hombre agresor, quien la atacó con ácido, lo que le provocó pasar de hospital en hospital tratando de luchar para sobrevivir, pero un día quiso terminar con todo ese dolor y lo único que quería era morir.
Desde el 2001, año en que ocurrió el ataque, Consuelo ha tenido que pasar por más de 87 cirugías completamente sola, ya que hasta su hija de 16 años la abandonó luego de ver cómo había quedado.
A sus 56 años, decidió que ya estaba cansada de no recibir ayuda gubernamental y ver que el dinero se destinaba a otras cosas que le parecían injustas. Escribió una carta de eutanasia y deseaba quitarse la vida el 29 de septiembre, pero luego de hablar con el Papa Francisco todo cambió.
Ella le pidió la bendición, pero él le dijo que no lo hiciera y que rompiera la carta. Consuelo aún la conserva.
Luego conoció a su artista favorito, Carlos Vives, quien es conocido por su buena voluntad. Él ya sabía sobre el caso, pero criticó que a pesar de haber sido entrevistada todo se vuelve sensacionalismo y nadie la ayuda realmente.
Entonces quiso aportar con su granito de arena y la sorprendió en un restaurante cantándole su canción favorita, “Déjame entrar”.
“Hoy tengo tiempo para compartir con alguien que necesita mucho amor y mucho apoyo”.
– Carlos Vives
Consuelo necesita mucho dinero para continuar con el proceso de reconstrucción facial, el cual involucra el hueso de su nariz y placas en su boca.