Nuestra calidad de vida puede mejorar o empeorar con las relaciones interpersonales, pero los resultados se hacen más evidentes en las personas mayores.
La investigación titulada “Soledad en las personas mayores: un predictor de la decadencia funcional y la muerte”, realizada en 2012 por la Universidad de California, evaluó esta situación.
Se estudió la relación entre soledad, deterioro funcional y muerte en adultos mayores de 60 años en los Estados Unidos. Se llevó a cabo entre 2002 y 2008, con 1.604 participantes, en donde la edad promedio era 71 años y el 59% eran mujeres.
Los participantes debían responder si: (1) se sienten excluidos, (2) se sienten aislados o (3) carecen de compañía. Así se categorizaron en “no solitarios”, si casi nunca respondían a las tres preguntas, o en “solitarios”, si a menudo respondían a alguna de las tres preguntas.
Resultados primarios
- Dificultad en un mayor número de actividades de la vida diaria (AVD)
- Dificultad en un mayor número de tareas de las extremidades superiores
- Disminución de la movilidad, o mayor dificultad para subir escaleras
La soledad entre los participantes que tenían más de 60 años, afectaba el deterioro funcional e incluso la llegada de la muerte.
Casi 1 de cada 3 adultos mayores fueron considerados como “solitarios”, además se concluyó la existencia de una gran relación entre soledad, discapacidad y muerte.
El estudio puede influir y causar un gran impacto en la salud pública, ya que la evaluación de la soledad no es una práctica común en el ámbito clínico, sin embargo los resultados sugieren esta evaluación para determinar deficiencias en la salud.