En la educación de las generaciones pasadas, los padres eran muy estrictos a la hora de indicarnos que nuestro compartimiento estaba mal. Sin embargo, la cultura actual está mucho más orientado a la libertad de elección, la libertad de expresión y la independencia, aspectos que son muy buenos, pero la disciplina también se ha relajado bastante.
Todos los padres aman a sus hijos y quieren darles todo lo que los hará felices, pero también deben darse cuenta de que transformarlos en una buena persona significa no darles todo lo que desean siempre. La realidad es que hay que establecer límites. Esto no significa que tengas que ser “un ogro”, pero debes tener una mano firme. Un padre debe ser amable, por supuesto, pero también debe hacer su trabajo.
Los niños aún necesitan disciplina
Puedes brindarles a tu hijo una buena educación feliz y segura, y al mismo tiempo, enseñarle la disciplina que necesita. Mucha gente se queda estancada en el hábito de pensar en blanco y negro, lo cual equivale a ser estricto con ser malo y ser amable con ser demasiado indulgente. La disciplina es bastante diferente de lo que creemos que es.
La disciplina no significa ser “el malo”
Ser firme no significa ser el malo del cuento, puedes hacer cumplir las reglas sin ser duro o cruel. Es posible ser un padre firme y ser amable al mismo tiempo. Recuerda que lo que haga ahora durante sus años de infancia se mantendrá con ellos para siempre. Cuando son pequeños, están aprendiendo acerca del mundo y cómo comportarse en él. Debes ser una buena guía para que puedan navegarlo con éxito cuando sean adultos.
Enséñales respeto
Cuando un niño crece con respeto hacia ti y por las reglas que has establecido, llevarán ese sentido de respeto hacia el mundo. Mostrarán el debido respeto por sus compañeros y por sus mentores, sus amigos y compañeros de trabajo. Recuerda, criar a un niño significa criar a un adulto.
La autodisciplina
Disciplinar bien a tu hijo desde una edad temprana puede enseñarle la muy importante cualidad de la autodisciplina. Si tiene autodisciplina y autocontrol, puede lograr sus objetivos más fácil y efectivamente que alguien que no posee estas características. Lo que alguien aprende cuando niño lo ayuda a prepararse para la edad adulta.
Es muy probable que al no obtener lo que quieren, van a hacer pucheros, a gritar, llorar, o enojarse. Déjalos, no, no siempre les gustará porque realmente a nadie le gusta ser disciplinado, ni siquiera a los adultos, pero este es tú trabajo y es lo mejor para ellos.