Una de las preguntas más frecuentes a la que nos vemos enfrentados se trata de la hipótesis: “Si tuvieras que salvar a una sola persona y te están apuntando con un arma, ¿a quién salvas?”. Es la típica pregunta de cuando estamos jugando con amigos o familiares. Y en la mayoría de los casos tratamos de evitar la respuesta o de decir que no podemos escoger. Se debe ser políticamente correcto. Sin embargo, cuando se trata de decidir entre personas y perros, parece que no hay formalidades.
Sin ir más lejos, existe una reciente investigación realizada por sociólogos y antropólogos de la Universidad Northeastern y la Universidad de Colorado que ha puesto su atención en la empatía de las personas ante tragedias ocurridas a perros y humanos. Y la respuesta está siempre cargada hacia los perros.
Las personas que participaron en la investigación fueron 256 estudiantes a quienes se les contaron historias ficticias sobre tragedias ocurridas a humanos y a perros, sobre las que debían expresar sus sentimientos. Al enfrentar los relatos, la mayoría de las personas demostraron mayor cercanía y preocupación por el sufrimiento de los perros.
La compasión y solidaridad hacia los cachorros fue en todos los casos mayor. Kathrine McAleese, socióloga y psicoterapeuta, asegura que este fenómeno se da porque “muchas personas valoran a los perros como vulnerables, independientemente de su edad, en comparación con los humanos adultos”, considerando que los perros poseen cualidades similares a bebés, incapaces de protegerse completamente por sí solos.
Las personas que sienten más amor por sus animales que por otras personas los ven más desvalidos y sin posibilidad de defenderse, lo que tiene sentido, después de todo. La verdad es que los perros son un miembro más de nuestra familia y todo el cariño que nos entregan es mayor que cualquier cosa.