El Internet se presta para todo. Desde contar historias de tu día a día, encontrar noticias, jugar, investigar y hasta para que intenten estafarte.
De hecho, hay organizaciones internacionales que buscan embaucar a quien caiga en sus mentiras y así hacer dinero fácil.
Acá te vamos a contar la historia de Pleasant Green, un norteamericano y Joel, de Liberia.
Lo que había comenzado como un burdo intento de fraude, terminó por cambiar la vida de ambos personajes.
Todo comenzó cuando Pleasant Green publicó un video en su canal de YouTube contando lo que le había ocurrido.
Según sus propias palabras, “Hace un par de meses alguien me escribió a mi Facebook. Era Joel y vivía en Liberia. Me contó que necesitaba ayuda para comprar un equipo costoso y que lo vendería en su país para luego repartir las ganancias conmigo. De inmediato supe que se trataba de un estafador pero quise seguirle el juego y ver a dónde llegaba esto. Al fin y al cabo, si lo mantenía entretenido, menos tiempo tendría para estafar a otras personas“.
“Le respondí que me era imposible mandarle lo que me pedía, pero que, por el contrario, yo le tenía una propuesta de negocios del que ambos nos beneficiaríamos. Le dije que trabajaba en fotografía y que él podía tomar fotos del lugar donde vive y me las enviara. Le pagaría todas las que me gustaran. El hombre aceptó y, a la mañana siguiente, ya tenía fotografías en mi bandeja de entrada. La verdad, estaban muy mal hechas pero, lo más probable es que las haya tomado con un teléfono muy viejo”.
“Le escribí nuevamente para saber si quería recibir dinero por sus fotos, pero le exigí que debía aprender a sujetar mejor la cámara y sacar fotos con suficiente luz. ¡Y lo hizo! De hecho, algunas imágenes me impresionaron y mostraban la belleza y la complejidad de lo que era Liberia”.
“Entonces busqué cómo pagar el trabajo de Joel. Así fue que se me ocurrió crear un álbum con sus mejores fotos y lancé una campaña de apoyo. La respuesta de la gente me sorprendió. Muchas personas de todo el mundo estaban dispuesta a ayudar a Joel y empezaron a comprar su libro. Al final, se vendieron 1000 copias en 40 países”.
“
“Me puse feliz cuando supe que Joel recibió su dinero, pero lo que ocurrió después lo considero un milagro. Joel se fue directo a una tienda y compró cuadernos, mochilas y otros artículos para todos los niños que habían en las 5 escuelas más cercanas. De hecho, supe que tomó un taxi para poder llevar todo el cargamento. Previo a eso, le pedí a Joel que usara la cámara para registrar todo pero, básicamente, para mostrarle al resto lo que se logra haciendo un pequeño esfuerzo y teniendo fe en las personas”.
El hombre decidió viajar hasta Liberia, para encontrarse con Joel y también para reunirse con distintos empresarios. Así poder compartir su experiencia y buscar oportunidades de inversión. Pleasant Green comenzó a reunir fondos para este viaje por medio de la misma página de apoyo donde comenzó todo, pero fue tanta la cantidad recibida que pudo enviar dinero a los niños liberianos.
A fines de febrero, Pleasant Green se pudo reencontrar con aquel personaje que pretendió engañarlo. Estás fueron sus palabras: “Cuando les da una oportunidad a la persona correcta, se pueden comportar de una manera totalmente distinta a lo esperado”.
Sólo hay que tener fe en ellas.