Aunque la frase popular dice que con una esposa feliz, nuestra vida es feliz, un nuevo estudio determinó que el refrán debería cambiarse a: una esposa controladora tiene una vida más sana. Ya investigaciones anteriores habían demostrado que los cónyuges afectaban la salud y longevidad del otro, pero este estudio especificó por qué las esposas a cargo deberían ser aún apreciadas de lo que son.
A continuación te contamos un poco de la investigación.
Esposas regañonas traen beneficios a sus esposos
Según un estudio dirigido por un sociólogo de la Universidad Estatal de Michigan, cuando los hombres están infelizmente casados, suelen tener mayores riesgos de desarrollar diabetes. Y en el caso de que la desarrollen, las esposas harán que aumenten sus probabilidades de recibir un tratamiento exitoso.
La investigadora Hui Liu señala que esto se debe al hecho de que algunas esposas monitorean constantemente la salud de sus maridos, en especial si estos demuestran síntomas irregulares o sufren enfermedades como la diabetes, que necesitan controles frecuentes. Pero los maridos pueden sentirse descontentos al ser mandados por las esposas, pues pueden percibirlo como algo fastidioso.
Este es un hallazgo significativo dado que la diabetes es la séptima causa de muerte en Estados Unidos.
Las esposas son más saludables en matrimonios felices
En el mismo estudio se demostró que un matrimonio feliz resulta en un menor riesgo de sufrir diabetes 5 años después. Como las mujeres son más sensibles a la calidad de la relación, puede que experimenten un impulso de salud en una relación de buena calidad, señalan los investigadores.
Pero demasiado cuidado puede hacer más mal que bien
Demasiado control podría generar un estrés abrumador entre cónyuges, lo que le daría la razón a los estudios que demuestran lo malos que son los matrimonios infelices para el cuerpo, el corazón y la mente. Por ejemplo, una investigación siguió a unos 10 mil daneses por 11 años, y concluyó que aquellos con parejas exigentes tenían un riesgo de mortalidad temprana entre un 50 y un 100% mayor a aquellos que vivían en un entorno más pacífico.