El conserje de la escuela escuchó golpes en la puerta y fue a ver quién era, pero lo único que vio fue una pequeña caja con una nota junto un cachorro muy tierno.
Cuando miró quién lo había dejado solo pudo ver a un niño corriendo, alejándose del lugar.
“Lo siento. No tenía hogar y hacía frío así que te lo trajimos. Por favor, ayúdalo a encontrar una buena casa”
Eso decía la nota.
Este niño siempre había querido tener un perrito, por eso rescató uno del frío de la calle y lo llevó a su casa. Allí no lo recibieron de la mejor manera, por lo tanto tuvo que llevarlo a otro lugar. Como no quería dejarlo sin hogar nuevamente, lo llevó a la escuela para que lo pudieran ayudar.
El chico armó una caja, puso al cachorro y una nota explicando lo sucedido. Esperaba que encontrara una casa y una familia que lo quisiera. Así fue.
La mujer lo nombró Snowflake (copo de nieve) y le dio todo el cariño y cuidado necesario hasta que encuentró una familia definitiva.