Connor es un niño de 10 años que padece ansiedad, PTSD, ADHD, cefalea crónica y convulsiones nocturnas. Por lo mismo está al cuidado de Cooper, un doberman de cuatro años que presta un servicio de apoyo emocional 24/7.
El perro ayuda a que el chico controle sus convulsiones y alerta a su madre Jennifer Jayne. Lamentablemente desde el 2017 Cooper comenzó a tener problemas para caminar y los veterinarios temían que sufriera la enfermedad de Wobbler, que afecta tanto a la columna como los discos.
La familia no podría costear todos los tratamientos de Cooper, por lo que Connor decidió vender sus juguetes para ayudar a costear el tratamiento de su perro.
“Fue y limpió toda su sala de juegos y porque eso es lo que quería.Dijo que el perro era más importante que cualquier juguete”.
– Jennifer Jayne
La venta de sus juguetes claramente no fue suficiente para costear el tratamiento de Cooper, por lo que la familia inició un Gofundme para lograr llegar a la meta de 2.800 dólares.
Pero en solo tres meses la superaron, llegando a juntar 18.689 dólares.
Una de la terapias a las que lo sometieron fue a tratamiento láser.
Cooper será nuevamente evaluado por un cirujano para determinar cuál es el siguiente paso a seguir. Sin embargo uno de los veterinarios cree que es una enfermedad degenerativa, para la cual no hay cura ni tratamiento.
Su principal problema actualmente es que cojea de su pierna derecha, provocando una malformación en su piee izquierdo, ya que todo su peso recae ahí.
Por el momento la familia ha hecho todo lo posible por mantenerlo con vida y entre Connor y Cooper se han colaborado.