Como seres humanos hemos llevado nuestros prejuicios y criterios racistas a todo orden de cosas. Incluso a los animales, si un perro no es “de raza”, entonces es ilegítimo, inferior y no merece tener un hogar. Muchas familias rechazan la adopción de cachorros, por el simple hecho de que están genéticamente cruzados y son mestizos.
Esta historia se trata de una niña llamada Jazmín, que vive en Tijuana, Baja California, cuyos padres la obligaron a renunciar a su perrita, porque no era “de raza”. La pequeña, destrozada y con el alma hecha pedazos, tuvo que poner a la cachorrita en una caja y deshacerse de ella. Pero Jazmín no podía simplemente abandonarla, así que hizo algo más…
Jazmín puso a Cristalita, como bautizó a su perrita, en una caja y escribió una carta, puso también 8 pesos mexicanos en ella y la dejó frente a una casa. En su carta, Jazmín explicaba lo sucedido:
“Hola, me llamo Jazmín, ella es Cristalita. Te la tuve que dejar en tu puerta porque me dijeron que tú cuidas animales que no tienen casa, y ella ya no va a tener casa porque mis papás no la quieren porque no es original. Como mi mamá y mi papá la iban a tirar, mejor te la dejo para que no pase frío y tenga comida. Yo no pude cuidarla, solo tengo 7 años y no me dan mucho dinero para su comida. Cuídala mucho por favor, te dejo 8 pesos. Dile que la quiero”.
Las palabras de la pequeña llegaron profundo al corazón de Naly Ramírez, quien se sintió comprometida con Jazmín y ahora cuida de la pequeña perrita. Naly publicó fotos en las redes, buscando apoyo y casa para Cristalita y también publicó la carta de la niña, la reacción se volvió viral. No es justo lo que ha vivido Jazmín. La reflexión es que los padres actuaron de manera absurda y cruel. Por fortuna, existen personas dispuestas a ayudar, comprometidas con la vida y los seres, incluso con los animales.
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