Igual que su padre, Maya Ali Merhi (8 años) nació sin miembros inferiores. Ambos sufren de una condición llamada amputación congénita, cuya causa se desconoce.
Como su padre no contaba con los recursos para darle a Maya un par de prótesis reales, decidió hacérselas él mismo con los materiales que tenía a la mano: un par de latas de sardinas rellenas con algodón y trozos de tela. Es gracias a su invento que su pequeña hija hoy puede moverse por la provincia siria de Idlib, donde vive.
“Monté un poco de plástico en dos latas de sardinas con las que ella puede ir a la escuela. Mi corazón sufre cuando la veo arrastrándose frente a sus amigos, mientras juegan y corren”, contó su padre, Mohammed, en un video de Siria Charity. “Es difícil, pero son mejores que nada”.
La imagen de la niña de 8 años caminando con sus precarias prótesis ha emocionado al mundo.
Mohammed sueña con que él y su hija puedan caminar sin ayuda de los demás, pero dice que por el momento lo consuela que su familia pueda vivir una vida tranquila.
Actualmente es difícil que la situación en Siria mejore, pues la ayuda humanitaria es escasa, y más de 3 millones de personas viven en zonas sin acceso a ella. Hasta 11,5 millones de sirios han debido ser desplazados debido a la zona de conflicto.