Nikki soñaba con ser madre, pero tras tener relaciones que no funcionaban, veía muy lejano ese sueño.
Nikki buscó por años al hombre de su vida para convertirse junto a él en madre, pero como no lo consiguió decidió ser madre soltera.
Nikki Zachariou es de Jersey en Francia y aunque hoy tiene 38 años, desde los 30 deseaba tener un hijo. Ella sentía que aún le quedaba tiempo, hasta que sintió que este se le iba agotando.
A los 35 aún sentía que no debía desesperar pues le quedaba tiempo para convertirse en mamá, pero a los 38 terminó una relación de pareja que fue larga y eso gatilló que sintiera que todo intento para encontrar a un padre para su futuro bebé sería fallido.
Ella decidió congelar sus óvulos antes de que ya no sirvieran para ser fecundados. En ese momento el doctor le sugirió no esperar al hombre de sus sueños y convertirse de una vez en madre soltera.
“Después de alejarme de una relación a los 38 años, fui al médico para congelar huevos, ya que veía esto como una póliza de seguro. Después de que me hablaran de las complicaciones y las tasas de éxito de la congelación de óvulos, el médico dijo que no había ninguna razón por la que no debiera formar una familia por mi cuenta”.
Nikki Zachariou a Metro UK.
“He tenido relaciones en las que me quedé durante mucho tiempo esperando un resultado diferente. Pronto me di cuenta de que si quería un resultado diferente y tener un bebé, tendría que alejarme y seguir adelante con mi vida”.
Nikki Zachariou a Metro UK.
Nikki se sometió dos veces a inseminación uterina con espermatozoides donados que entraron de forma artificial al cuerpo de esta mujer. El primer intento resultó fallido, pero el segundo funcionó. Nikki, tras gastar 10 mil dólares, al fin logró su sueño.
“Mi segunda oportunidad fue un éxito. Mis padres y amigos estaban un poco conmocionados y confundidos al principio, pero en general muy comprensivos, lo que ha sido increíble”.
Nikki Zachariou a Metro UK.