La fiesta fue organizado por un diagnosticado con la enfermedad para ver si esta era real y si alguno de sus invitados se contagiaba.
Un hombre de 30 años falleció tras asistir a una fiesta COVID-19 en San Antonio, Texas en Estados Unidos. Allí contrajo la enfermedad que él pensaba era una mentira según New York Post.
La Dr. Jane Appleby, directora médica de la clínica donde falleció el hombre dijo que el evento fue organizado por alguien diagnosticado con coronavirus para comprobar si este era real y alguien más se infectaba.
“Justo antes de que el paciente muriera, miró a su enfermera y dijo: ‘creo que cometí un error, pensé que era un engaño, pero no lo es'”, aseguró Appleby. “No discrimina y ninguno de nosotros es invencible”, afirmó la profesional de la salud. “No quiero ser alarmista”, continuó, si bien hace hincapié en que “este virus es muy grave y puede propagarse fácilmente”.
Ya en julio se hablaba del peligro de estas fiestas donde se busca ver quien es el primero de los pacientes sanos en contagiarse. Los asistentes reúnen dinero y se lo dan como premio al primero que se infecte.
El peligro es real
Altos cargos sanitarios de Estados Unidos alertan que la generación millenial puede estar expuesta al virus más de lo que se pensaba en un comienzo.
La OMS también advierte sobre el peligro para los jóvenes. Tedros Ahanom, director del organismo ha dicho “Es cierto que la gente joven es menos propensa a desarrollar una enfermedad grave, pero también hay un número significativo de jóvenes que han muerto”.
Estos días se han registrado récords de contagios en Estados Unidos y el país ya suma más de 3 millones de contagios y más de 137 mil muertes.