Nuestros pies están sometidos a distintas presiones todos los días: caminar kilómetros, usar tacones durante horas, estar parados por largos períodos, etcétera. En promedio, se estima que el ser humano da unos 10 mil pasos todos los días para realizar sus actividades y llegar a todos sus destinos.
Dado todo lo que hacen por nosotros, ¿le estaremos dando los cuidados necesario a nuestros pies?
Para ello, te revelamos una técnica económica y sencilla para aliviar un poco la presión que sufren nuestros pues: enfriarlos con agua y hielo antes de irte a dormir.
El procedimiento es bastante simple:
En un envase o fuente donde quepan tus pies, pon agua y unos 20 cubos de hielo. Sumerge tus pies en el agua por al menos 15 segundos y sentirás como se congela todo tu cuerpo, aliviando el cansancio de tus pies y desinflamándolos.
Los expertos recomiendan repetir este proceso cada noche, especialmente cuando tenemos días muy pesados o luego de mucho tiempo de llevar un calzado incómodo. Luego de congelar tus pies, sentirán que tus músculos se oxigenan, entregándote más vigor y haciendo desaparecer el estrés.
Esta técnica también ayuda a prevenir las varices.
Esto debido a que favorece la circulación y tus sistema nervioso, por lo que tampoco deberás preocuparte por un resfriado.
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