No porque los animalitos sean pequeños significa que son menos importantes. Las cochinillas de la humedad se pueden encontrar en los rincones húmedos del patio y además de hacerse bolita cada vez que las asustamos con nuestra presencia, cumplen funciones realmente importantes.
Viven en lugares oscuros y húmedos, ya que se alimentan de materia orgánica en descomposición. Pero eso no es todo, ya que son la única forma segura de eliminar los metales pesados del suelo.
Las cochinillas de la humedad tienen siete pares de patas y una bolsa especial para llevar sus huevos, al igual que los canguros. Son estos pequeños animalitos los que devuelven la materia orgánica al suelo para que pueda ser digerida aún más por hongos, protozoos y bacterias, cumpliendo un papel fundamental en la vida de las plantas.
Este proceso produce un suministro natural de nitratos, fosfatos y otros nutrientes vitales que las plantas necesitan para prosperar ahora y en las futuras estaciones de crecimiento.
Eso sí, es importante que las cochinillas de la humedad no estén cerca de tus plantas cuando estén naciendo, ya que tienden a comerlas y podrían detener el crecimiento de la mismas. Si las agregas después serán una excelente compañía para ellas.
Su capacidad para limpiar suelos contaminados con plomo, cadmio y arsénico es muy importante y segura.
Las cochinillas toman los metales pesados como el plomo y cadmio, y cristalizan los iones en sus entrañas, logrando que las toxinas de metales pesados se conviertan en depósitos esféricos en el intestino medio. Por ello, estos animales pueden sobrevivir en los sitios más contaminados, más que cualquier otro insecto o animal.
Cuando logran restablecer el suelo, evitan que los tóxicos se filtren en las aguas subterráneas, protegiendo el agua de pozo de la contaminación y estabilizando el suelo.
Esta criatura pequeña y quizás “insignificante”, es una verdadera salvadora del medioambiente.