La uNiversidad de Oxford ha informado que sus pruebas han funcionado en macacos y ahora pasarán a la fase de ensayos clínicos masivos. Si todo sale bien, las primeras dosis estarían para septiembre del presente año según The New York Times.
La ciencia se encuentra a toda máquina trabajando para encontrar la cura al coronavirus y la búsqueda del antídoto es incesante.
La Universidad de Oxford probó en macacos y los monos vacunados nos e infectaron al ser expuestos a una gran cantidad del COVID-19 y ahora están listos para comenzar con los ensayos clínicos masivos.
Seis monos de la especie Macacos Rhesus recibieron la vacuna experimental y luego fueron sometidos al virus. Todo hubiese fracasado si se hubiesen contagiado, pero no fue así.
Ahora los ensayos clínicos masivos podrían tomar meses e incluso se ha dicho que Oxford podría omitirlos para lanzar la vacuna antes de lo presupuestado.
El doctor Vincent Muster, uno de los líderes de la investigación hizo hincapié en que el hecho de que el antídoto funcionara en los monos, no asegura su funcionamiento en humanos aunque esta especie «es prácticamente lo más cercano a los humanos que tenemos».
El instituto Jenner, que pertenece a la Universidad de Oxford ya demostró que esta vacuna es inofensiva en humanos y por eso se plantea no realizar las pruebas masivas. Saltando ese paso se podrían programar nuevas pruebas para unas 6.000 personas dentro del próximo mes según dice el The New York Times.
Cabe destacar que China también trabaja en una vacuna, pero el Instituto Jenner corre con ventaja.
Algunos expertos vislumbran que podrían requerirse varias vacunas, para diferentes edades pues tendrían efectos diferentes dependiendo de las dosis y el tipo de organismo.
Al diminuir los contagios como hoy empieza a suceder en algunos lugares, hay menos personas dispuestas a probar la vacuna e infectar a personas con fines científicos está prohibido.