Esta serie es de culto y marcó una época para muchos, y hay quienes incluso aún la revisitan y la siguen en sus nuevas encarnaciones. Dragon Ball llegó hace varias décadas, y ha llegado para quedarse.
Muchas veces fue criticada por su agresividad e infantilidad, pero es difícil hallar a un niño o incluso alguna niña que no haya crecido viendo a estos superhéroes.
Y la saga sigue viva gracias a la recién estrenada cinta Dragon Ball Súper Broly:
Así como hay quienes la critican, hay bastante gente que la defiende. Uno de ellos es el estudioso Vicente Ramírez, catedrático e investigador del Departamento de Didáctica de la Universidad de Cádiz. El experto ha elaborado un amplio estudio del comportamiento de las personas que ven Dragon Ball en comparación con quienes no lo hacen.
“Dragon Ball es un manga leído con gran entusiasmo por más de 240 millones de personas en todo el mundo”, explica Ramírez. “Cualquier lectura capaz de generar ese nivel de interés y de interacciones sociales dispone de crédito suficiente para justificar su consideración en el terreno de las ciencias sociales y la educación. Ignorar un fenómeno así en el ámbito de la investigación sería incoherente con los principios de valor académico”.
Fueron miles de personas las entrevistadas tomando en cuenta fenómenos socioculturales, y los resultados son bastante claros: quienes ven Dragon Ball usualmente son personas más optimistas y sociables comparados con quienes no lo hacen.
Tienen mayor capacidad de adquirir nuevos conocimientos, su influencia intelectual suele ser positiva y usualmente se interesan más por el resto. Los fans de Dragon Ball le dan al mal tiempo buena cara, enfrentando las dificultades siempre pensando que todo puede mejorar.
No podía ser de otra forma, con todas las veces que vimos a Gokú salvar el mundo, muriendo y reviviendo para derrotar al mal. Nos sobra esperanza gracias a este Super Saiyajin.