Cuando era muy pequeña, Sophie Rose notó que su rostro tenía algo distinto. Fue ahí cuando se dio cuenta que su mentón estaba muy hacia adelante. Sin embargo, ella no podía hacer mucho y su familia no hizo nada al respecto, pues todavía no era tan grave el problema y, además, ella no se podía someter a una cirugía por tener sólo 11 años.
Pero los años pasaron junto al avance de esta complicación. El problema llegó al punto en que la joven ya ni podía comer y alimentó un rechazo hacia las fotografías. Y cuando se sacaba ella misma una foto, ella misma también la editaba para que su mandíbula no se viera como en la vida real. Pero eso no era nada que una cirugía no pudiese revertir.
De acuerdo al relato de la joven de 22 años al diario Daily Mirror, la distancia entre su mandíbula inferior y superior llegó a ser de 12 milímetros y eso, sumado a un necesario uso de frenillos, le suscitó terribles problemas.
“Cuando crecí, la mandíbula quedó mucho peor y quedé cada vez más consciente de eso. Eres muy consciente de tus fallas cuando eras una chica joven, pero esto empeoró todo”, expresó Rose, quien también dijo que “fue un gran problema para mí. Además, desarrollé un ceceo y, después de meses con frenillos, comencé a tener dificultades para comer“.
“Mi confianza estaba tan baja… Yo intentaba evitar fotos y, si alguna vez me tomaba una selfie, editaba mi mandíbula para que el problema se notara menos“, recuerda, y también dice: “Yo me sentía muy avergonzada al hacer eso“.
Fue por eso que después de años aguantando la presión emocional de su apariencia, a sus 22 años Sophie Rose decidió someterse a una cirugía que incluyó tornillos y placas metálicas para alinear su mandíbula con el extremo superior de su boca , además de otros frenillos, que retiró seis meses después.
“Minutos antes de entrar a la sala de cirugía, recuerdo que lloré mucho. Fue una operación de siete horas en mi cara, por lo que fue asustador”, cuenta. “Y, apenas desperté de la operación, pude ver el cambio. Cuando me levanté tuvo una hidroterapia, para bajar la hinchazón.”
“Lloré cuando desperté porque estaba muy sensible. Finalmente me operaron… Recuerdo cuando desperté y sentí mis dientes tocándose por primera vez. Se sintió muy extraño”
Mira cómo luce hoy, después de la cirugía que según sus propias palabras, le devolvió la vida y la sonrisa.