En el mundo existen seis razas de gatos pelados, y una de ellas es la sphynx, conocida como gato esfinge. Pese a que su nombre nos hace pensar que es un gato milenario criado por los faraones del Antiguo Egipto, en realidad nace de la mutación genética de tipo recesivo ocurrida en Canadá durante los años 60.
Su principal característica es su falta de pelaje, y genera división entre los amantes de los gatos: algunos los encuentran bellos y únicos y otros los encuentran horribles por tener las arrugas de su piel al descubierto.
Pero aunque no tienen pelo, son capaces de realizar una vida normal como la de cualquier gato. Y la clave está en que sí tienen pelaje, pero es tan fino como una gamuza y es imperceptible para la vista e incluso el tacto.
Los gatos egipcios, como son llamados a veces, se suelen asociar a la maldad y los villanos debido a su apariencia pulcra y elegante. Pero este es simplemente un mito de la cultura popular, especialmente cuando ves ternuras como este pequeñín que con apenas unos meses ha conquistado la web.
Esta bella cría de gatito esfinge posa de manera muy adorable, lame sus patitas con ternura y mira curiosamente a la cámara.