Puede que te haya pasado de entrar en una tienda de ropa usando algo que compraste en ese mismo lugar. Pero que jamás se te pasaría por la cabeza que alguien podría pensar que te lo estás robando.
Si te pasara es posible que te sentirías agredido y ofendido, pasar un mal rato gratuito y termina yéndote indignado del lugar. Sin duda, sería una situación muy desagradable. Y más si te pasa en un país donde los prejuicios por el color de piel hacen que algunas personas actúen distinto por considerar que puede ser alguien peligroso.
Así lo vivió James Conley cuando fue a una tienda Old Navy ubicado en el centro comercial Jordan Creek de Iowa, EE.UU.
Jamás se imaginó que lo que sería un día normal se convertiría en la peor experiencia de su vida.
Tal como lo cuenta en su Facebook. Al estar en el local, tres empleados (que fueron despedidos) le hicieron pasar por una desagradable situación que le dejó una sensación de desamparo e indignación difícil de olvidar.
Según contó “Hoy fui prejuzgado por mi piel en la tienda Old Navy de West Des Moines, en el centro comercial Jordan Creek de Iowa. Me acusaron de no pagar por mi chaqueta azul que compré en Navidad y que llevaba cuando fui a la tienda. Cuando me disponía a pagar por unas sudaderas, el vendedor me preguntó si también pagaría por la chaqueta que llevaba puesta“.
“Primero, me reí porque encontré insólito lo que estaba oyendo. El responsable de la tienda, Beau Carter, fue poco profesional y me juzgó en base a un estereotipo porque soy negro. Me dijo: ‘siempre que alguien lleva una prenda de la tienda, la escaneamos para asegurarnos de que ya ha sido comprada‘. (¿Dónde ocurre eso?). Cada vez que venía a esta misma tienda, usaba mi chaqueta azul y nunca me la tuvieron que escanear, y tampoco lo habían hecho ni se lo habían pedido a los otros clientes “no negros” que llevaban ropa como la mía de Old Navy”.
“Entonces, después de escanear mi chaqueta, quería que lo volviera a pagar. Al final, llegó la responsable del local, Shannon (no me quiso dar su apellido) y le hice revisar las cintas de seguridad para demostrarles que me estaban acusando por ser negro. Una vez que confirmó que decía la verdad (obvio, después de ver la cinta), ni siquiera me dio las disculpas, ni tampoco lo hizo el resto de los involucrados”.
La empresa Old Navy forma parte de la multinacional GAP y publicó un comunicado en Facebook:
“Esta semana un cliente de Old Navy, James Conely III, vivió una experiencia inaceptable en nuestra tienda del Jordan Creek de Iowa. La situación supuso una violación de nuestras políticas y valores, y pedimos disculpas a Mr. Conley y a aquellos que quienes hemos decepcionado. Todos nuestros clientes merecen ser tratados con respeto. Tras investigar el incidente, los tres empleados involucrados han sido despedidos. Nos tomamos esto y cualquier diálogo en torno a la igualdad muy en serio. Old Navy se compromete a asegurar que en nuestras tiendas exista un entorno donde todo el mundo es bienvenido”.
A pesar del comunicado oficial, el hombre está pensando seriamente presentar acciones legales para defender sus derechos.