La pequeña quedará con una marcada cicatriz por el resto de su vida.
Este terrible hecho ocurrió en San Vicente, Chile, cuando una bebé de un año fue llevado al hospital de la zona para ser revisado por un médico.
Se supone que uno va a estos lugares esperando encontrar una solución a un problema de salud. Pero lo que vivió esta familia parece sacado de un película de ficción.
La pequeña fue diagnosticada por un virus sincicial y quedó hospitalizada para que se recuperara de la enfermedad.
Sin embargo, lo que sería algo rutinario terminó como menos se lo imaginaron tantos los padres, Rodrigo Lara y Marcela Pavéz, como el bebé.
Al no recuperarse, fue traslada a un hospital más preparado en Santa Cruz y descubrieron que en realidad tenía neumonía.
Los padres siempre estuvieron atentos de su hija, pero al comenzar un tratamiento intravenoso en brazos y pies para atacar la enfermedad se dieron cuenta que algo estaba mal.
Al sacarle uno de sus calcetines, que curiosamente se sentía húmedo, notaron con horror y sorpresa una quemadura grado B en su piel.
La herida fue tan profunda, que la bebé deberá someterse a una cirugía reconstructiva para colocarle injertos de piel en la zona.
Un caso terrible de negligencia médica que deberá llevarse a la justicia, aunque nada devolverá la paz a esta familia.
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