Es natural y común que los perros conecten con los niños y los protejan. Pero lazos tan fuertes como los que han desarrollado estos peludos con el bebé de la familia es algo inédito. Los tiernos perritos son Roxy, Edith, Rosie y Jake, y la simpática gatita se llama Mia.
Los 4 canes y el felino forman parte de la familia Boggs, un matrimonio que adora a los animales y les entrega un hogar y amor incondicional. Cuando decidieron tener un bebé, se inquietaron un poco por sus hijos adoptivos, pero por suerte Roxy, Rosie, Jake, Edith y Mia tienen un comportamiento paternal instintivo.
Cuando llegaron a la casa junto a su bebé, sus hijos adoptivos de los Boggs entendieron que debían integrarlo a la manada y protegerlo.
Los tiernos animalitos han desarrollado un agudo sentido de protección ante la presencia de Sonny, el pequeño bebé de los Boggs. Tanto así que, cuando el pequeño llora, se dividen la tarea y mientras unos se quedan velando, otros van corriendo a buscar a los padres.
“Lo amaron y lo respetaron desde el principio. Fue maravilloso”, cuenta Kasey Boggs, la madre. “Mia está constantemente vigilándolo a la distancia. Se acuesta en unos almohadones y vigila que se encuentre seguro todo el tiempo”.
La clave para ellos ha sido la socialización; el matrimonio logró que los animales incorporen a Sonny a su manada gracias a ciertas técnicas de presentación. Así, los hijos de 4 patas no ven al pequeño como un intruso que amenaza con robarles el cariño de sus padres, sino como un hermano al que deben cuidar.
¡Qué bella familia!