Es increíble como la vida puede cambiar de un día para otro, sin previo aviso. Poniendo nuestro mundo de cabezas, cambiando la perspectiva, cambiándote a ti misma, ya sea física o psicológicamente. Maria Lebedeva, una chica rusa de 23 años, tenía la vida perfecta, era considerada la chica más guapa de su Universidad, estudiaba leyes y tenía altas calificaciones, muchas calificaciones, muchos amigos y un novio que la amaba, pero un trágico accidente cambió su vida para siempre y la dejó irreconocible.
En agosto de 2016 tuvo una pelea con su novio al interior del coche en el que iban, entonces su enojado enamorado se pasó una luz roja y fueron colisionados por otro vehículo.
A raíz de ese accidente perdió la vista, tuvo daño cerebral y sufrió un cambio drástico de apariencia. Maria quiso hacer conocido su gran cambio para recibir ayuda de doctores y para poder reunir los medios necesarios para cubrir sus costos médicos.
El accidente ocurrió un 20 de agosto en su natal Novosibirsk, Rusia y el momento exacto del accidente fue captado por las cámaras de vigilancia de la policía. En él se puede ver cómo la chica recibe el impacto del otro automóvil.
Ya no aspira a ser abogada, su nueva meta es convertirse en asistente de vuelos, además ha comenzado a explorar su talento para el canto en un grupo de terapia para ciegos que la ha ayudado bastante.
Tras el accidente, además de quedar ciega y con daño neuronal, también sufrió problemas en su espina dorsal y pelvis. Estivo en coma durante 10 días uy cuando logró despertar, lo hizo sin recuerdos de los dos años anteriores.
“El 2016 y 2015 se han ido por completo “
– María a Daily Mail
Sus ex amigos llevaban tiempo sin verla, por lo que se llevaron una gran sorpresa cuando la vieron por primera vez después del accidente, para ellos María lucía como otra persona, dijeron encontrarla “irreconocible”.
Durante el accidente, tanto el novio como un amigo de él resultaron ilesos gracias a la oportuna activación de las bolsas de aire, mientras que Maria fue al única que salió lastimada. Al principio él iba a verla al hospital, pero luego sus padres se vieron obligados a demandarlo por un gasto médico de 12,700 Euros y desde ese momento no volvió más.
“Él no estuvo para mí cuando más necesité su apoyo. Él me dijo: ‘¿Crees que soy el único culpable de este accidente? Los dos somos culpables. Estaba tan enojada cuando escuché eso. Era como si él no se sintiera culpable en absoluto. No se arrepintió ni se disculpó, es repugnante recordar”.
El accidente no solo se llevó su antiguo aspecto, sino que también a sus amigos, quienes desaparecieron después de que luchara por su vida, María asegura que ahora que ha engordado y perdido su antiguo “brillo” ellos ya no se acercan a ella.
“Ahora me doy cuenta de que no tenía muchos amigos, tenía muchos conocidos”
En la actualidad lo que más extraña es su independencia.
“Me siento ciega cuando camino con bastón. Puedo escuchar cómo la gente me tiene lástima, especialmente ancianas. Me siento defectuosa. Puedo escuchar mejor que antes del accidente, y a veces realmente me molestan las cosas que oigo”.
Hasta ahora, muchos intentos de recuperar su vista y reducir su dolor han fallado. Su familia está buscando nuevos enfoques médicos para ayudarla a recuperarse.