Si tu mascota no se está comportando como lo hace normalmente, no lo retes o grites de inmediato, analiza la situación y averigua si está pasando por algún problema emocional.
Tres expertos en psicología animal del mundo señalan ciertos síntomas que no debes pasar por alto para determinar si realmente tu mascota tiene problemas emocionales.
“La salud mental de los animales no tiene nada que ver con enfermedades, sólo están manifestando las emociones de la forma en que han sido tratados”.
Se acuerdo con el biólogo conductual y psicólogo animal Dennis Turner, director del Instituto de Etología aplicada y Psicología animal de Suiza, no se debe ignorar cualquier cambio significativo en el comportamiento de la mascota como:
- Pérdida de apetito por largos periodos de tiempo
- Inactividad inusual
- Comportamientos destructivos cuando con dejados solos en casa
- Intentos de escaparse o esconderse
Para Turid Ruggas, entrenadora noruega de perros, considerada una gurú en el área, el animal puede estar crónicamente estresado si:
- Se le ve nervioso, deprimido o temeroso
- Se molesta o se siente amenazado con mucha facilidad
- Presenta un comportamiento histérico
- No manifiesta curiosidad
- Reacciona con exageración al tacto o a los ruidos
- No puede hacerle frente a los problemas diarios más comunes
Otro experto del equipo afirma que hay una señal que parece no fallar:
“Si tienes que estar castigando a tu perro todo el tiempo, es porque algo anda mal”.
- Observar a la mascota con cuidado
- Poner especial atención a los cambios a largo plazo y tomar nota de ellos
- “Una vez confirmes que el problema es real y no sólo un capricho en el estado de ánimo de tu mascota, consulta un veterinario conductista o un psicólogo animal entrenado con un diplomado otorgado por una sociedad profesional”
Ruggas considera que es fundamental que los dueños conozcan lo que un perro necesita para vivir mentalmente saludable:
- No lo castigues
- No te muestres molesto o amenazante
- No lo tengas en una jaula ni le pongas collares de ningún tipo
- No le lances palos o pelotas
- No lo uses para ganar premios
- Déjalo ser curioso y permite explorar el mundo a través de sus sentidos
- Permítele que construya su autoconfianza para que se enfrente a todo
- Aliméntalo bien y déjalo que duerma lo suficiente
- Bríndale compañía, limita las restricciones físicas y estimúlalo mentalmente
Para Ruggas, cuando se habla de salud mental de los perros, se habla de las emociones que resultan de la forma en que han sido tratados y de las condiciones en que han vivido.
Para la experta “casi el 99% de los desórdenes emocionales de los perros se deben a fallas de las personas que han formado parte de su socialización (los primeros cuatro meses de vida son determinantes) y del ambiente en el que se desenvuelven”.
De acuerdo a Turner, nuestro perros y gatos mascotas pueden sufrir fobias y otros desórdenes de ansiedad, como la que provoca la separación, y se pueden manifestar con síntomas muy similares a los que experimentan las personas cuando están deprimidas.