Un elefante de 35 años finalmente terminó su vida en cautiverio dentro de un zoológico en Pakistán, donde vivió en pésimas condiciones, tras declararse una orden judicial histórica el 22 de mayo otorgada por el Tribunal Superior de Islamabad.
El tribunal dictaminó que el elefante fuera trasladado a un santuario donde pueda deambular libremente. Pero como Pakistán no tiene un lugar adecuado para liberar elefantes, las autoridades paquistaniés seleccionaron un santuario de elefantes en Camboya para que fuera el nuevo hogar de Kaavan.
Por su parte, activistas de todo el mundo han hecho una campaña por la liberación de Kaavan, acusando a los cuidadores de zoológico de Islamabad de mantenerlo aislado, encadenado y de no proporcionar el refugio adecuado al animal durante los calurosos meses de verano.
Los funcionarios del zoológico negaron las acusaciones y afirmaron que la angustia del animal se debía a que ansiaba un nuevo compañero, ya que el anterior, Saheli, había fallecido en 2012.
El elefante fue visto con un comportamiento muy extraño, sacudía la cabeza repetidamente, signo de una “enfermedad mental”, según Safwan Shahab Ahmad, de Pakistan Wildlife Foundation.
El elefante llegó a Islamabad siendo un bebé, en 1985. En 2002, los cuidadores del zoológico aseguraron que el animal estaba encadenado debido a un comportamiento cada vez más violento.
Fue liberado ese mismo año, pero los funcionarios del zoológico regresaron a la práctica.
Malik Amin Aslam, ministro de gobierno, dijo que el estado “liberará a este elefante con un corazón amable y se asegurará de que viva una vida feliz”.
Afortunadamente durante el fallo de mayo, los jueces paquistaníes ordenaron la reubicación de docenas de otros animales, como leones, osos y pájaros, hasta que el zoológico mejore las condiciones de vida para ellos.