La extinción de este mamífero ha causado un gran escándalo entre diversas agrupaciones ambientalistas del mundo, ya que no se trata de la desaparición completa de una especie, sino que fue causado por el cambio climático.
Melissa Price, ministra de Ambiente australiana, confirmó la extinción del roedor y prometió que la nación reforzaría las medidas de protección de las especies en peligro de extinción.
Según los expertos, la especie Melomys rubicola, o ratón australiano, desapareció por la devastación de su hábitat natural, el cayo Bramble, al norte de Australia.
“La evidencia indicaba que el impacto del cambio climático antropogénico en el nivel del mar, junto con una mayor frecuencia e intensidad de eventos climáticos que produjeron tormentas y niveles de agua extremadamente altos, particularmente entre 2004 y 2014, fueron los responsables más probables de su extinción”
Vocera del Comité Científico de Especies Amenazadas
La organización declaró oficialmente extinto al roedor luego de realizar estudios exhaustivos en todos los hábitats conocidos.
“El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) está apenado de que haya desaparecido toda la especie de los melomys del cayo Bramble por el cambio climático”
Rachel Lowry, Jefa de Conservación en la organización
El ratón fue el único mamífero endémico de la Gran Barrera de Coral de Australia, el mayor arrecife de coral de todo el mundo. En 2009 fue la última vez que se registró su presencia, mismo año en que se publicó un plan nacional de recuperación de la especie.
El WWF y otras organización medioambientales señalan que este es un llamado de atención para que los países ricos en biodiversidad como Australia desarrollen sistemas más efectivos de protección ambiental y una mejor financiación de los planes de recuperación, además de cumplir con los compromisos internacionales para mitigar los efectos del cambio climático.
Australia es el país con la mayor tasa de desaparición de mamíferos en todo el mundo, según la WWF y durante varios años los conservadores han presionado a los primeros ministros para mantener la producción de carbón, debido a sus niveles de emisiones dañinas.