La nueva datación de la formación de la Luna se estima hace 4.425 millones de años, lo que supone un margen de error de 25 millones de años, que era lo que antiguamente se creía. El nuevo cálculo concuerda con la edad previamente establecida por una datación radiométrica (método de uranio-plomo) de la formación del núcleo metálico de la Tierra.
“Esta es la primera vez que la edad de la Luna se puede vincular directamente a un evento que ocurrió al final de la formación de la Tierra, es decir, la formación del núcleo”.
Throsten Kleine, investigador del Instituto de Planetología de la Universidad de Münster y coautor del estudio
Según la hipótesis general, la Luna estuvo cubierta por un océano de magma de más de 1.000 kilómetros de profundidad y ese océano rápidamente comenzó a solidificarse y a cristalizarse desde la superficie. Sin embargo, por debajo de esa corteza aislante o “interfaz fría”, el satélite permaneció fundido y los científicos no habían logrado determinar hasta ahora cuánto tiempo tardó ese magma en cristalizarse por completo.
Un grupo de investigadores del Centro Alemán para Aeronáutica y Vuelos Espaciales, señalan que solo se puede hablar de la formación de la Luna desde el momento de la cristalización completa.
El equipo alemán desarrolló un nuevo modelo digital compaginado con la hipótesis de la colisión del protoplaneta Theia con el entonces prototipo de la Tierra, supuestamente ocurrida hace más de 4.000 millones de años.
Hasta la fecha, no existe un consenso científico sobre la fecha exacta de aquella colisión y de cuánto tiempo tardó nuestro satélite en consolidarse a partir de los restos del choque. Pero la estimación más aceptada fijó el evento espacial en hace 4.510 millones de años, sin embargo, las rocas traídas de la Luna por varias misiones exploradoras del siglo XX no permitieron realizar una datación precisa de su origen.
Según un comunicado del Centro de investigación alemán, incluso las muestras más viejas no eran lo bastante antiguas como parar llevarnos hasta los orígenes mismos de nuestro satélite natural.
Gracias al modelado se pudo determinar la escala de tiempo para la solidificación del océano del magma lunar, fijada entre 150 y 200 millones de años. La baja conductividad térmica de la corteza lunar alargó este proceso, según los cálculos del equipo.
Otro nuevo descubrimiento espacial nos hace preguntarnos qué tanto sabemos realmente del planeta en el que habitamos.