Esta historia está llena de sorpresas y un final conmovedor.
En el mundo, hay personas que les gusta explorar casas y edificios abandonados o escondidos del ojo público. Les fascina el misterio y lo que puedan ocultar tras sus murallas.
Pero ¿qué sucedería si el lugar No está abandonado como aparenta?
Es lo que contó una exploradora urbana llamada Leslie. Tiene una cuenta en Instagram donde sube fotos de lugares abandonados que los rodea un halo de genialidad y misterio.
El día de su cumpleaños decidió explorar una casa en particular que le llamaba mucho la atención. Lo que encontró le cambiaría la vida.
A él le falta el ojo derecho y sufría de cataratas el izquierdo. A pesar que Leslie entró sin ser invitada, el hombre estaba feliz de verla y la recibió con lo que pudo. Y cuando ella le pide sacarle una foto la vida de ambos cambió.
Esto ocurrió el 2015, pero el anciano le contó que sus problemas de movilidad empezaron el 2000, cuando un toro le fracturó la cintura. Él le contó que tenía un hermano, pero perdió todo contacto con él.
Lawrence luego confidenció que conocer a Leslie fue como una bendición.
Leslie empezó a preocuparse por el hombre . Compartieron una primera cena juntos y vendrían muchas más. En esa ocasión estuvieron cerca de 3 horas comiendo, bebiendo y riendo. La mujer pudo conocer más a Lawrence a través de sus historias y anécdotas.
Posteriormente, Leslie se preocupó de ayudarlo a mejorar las condiciones en las que vivía. Movió algunos muebles, sacó basura y botó cosas inservibles. Gracias a la ayuda de varios amigos de ella pudieron dejar todo en perfecto estado.
Por otro lado, Lawrence por fin pudo ver un médico. Pero su salud estaba bastante mala y con el tiempo iba a empeorar cada vez más. Por eso, Lawrence le pidió a Leslie que fuera a su funeral. Ella entristeció pero le prometió que ahí estaría.
Esta exploradora urbana reconoce en su cuenta que ésta ha sido la mejor experiencia de su vida. El conocerlo le dio la oportunidad de poder ayudar a alguien con un acto de amabilidad que no espera ninguna recompensa.
Después de un tiempo, consiguió que Lawrence saliera de su vieja casa para comer afuera. Los vecinos estaban sorprendidos de verlo, aunque ha pasado tiempo, aún lo recordaban.
Luego contó que el hombre había tenido un infarto. Se tuvo que ir a hospitales pero finalmente, lo llevaron a una casa de retiro. En ese lugar, Lawrence se siente a gusto y ha hecho nuevos amigos. Sin embargo, dice que de vez en cuando extraña su antiguo hogar
Leslie lo va a visitar con bastante frecuencia en compañía de su perro. Y aún cuando el cumpleaños de Lawrence era el Día de Los Enamorados, ella igual lo fue a ver.
Hasta ahora es lo que se sabe de la historia de esta chica y el anciano. El hombre sigue viviendo en las casa de retiro mientras ella lo visita.
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