Lo que sucede con la llegada de las nuevas dietas es que ,primero la pone en práctica algún actor de Hollywood, seguidos de otro escuadrón de famosos que cuentan sus bondades en sus perfiles y sociales, y finalmente acabamos haciéndola nosotros… hasta que unas semanas después todo vuelve a su lugar aparcado en el olvido y en nuestro caso, como otra dieta tachada de la lista de intentos.
Que no te cuenten cuentos
Lo primero que hay que hacer cuando nos presentan una nueva dieta es revisar si es saludable. Si la mayoría científica se inclina a lo contrario, huye de la dieta. Puede que te haga perder peso rápido, pero puede ser una bomba para tu organismo y el efecto rebote te dejará en un lugar peor del que empezaste. ¿Cómo contrastarlo? La Wikipedia ayuda en estos casos ¿recordáis la dieta Dukan?, si buscamos en la enciclopedia leemos:
“La Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas considera este método fraudulento, peligroso e ilegal, que no sirve para adelgazar y que supone un riesgo para la salud pública. Por ello, desaconseja a la población el seguimiento de la dieta Dukan e insta a las autoridades sanitarias a proteger a la población de las consecuencias negativas de su difusión, con la finalidad de preservar la salud pública”
La dieta cetogénica, de la que os hablamos a continuación, no la ha puesto de moda ningún famoso, sino que se basa en los preceptos actuales de nutrición, y hemos avanzado mucho tan sólo en los últimos 10 años… imaginaros dietas como la Dukan, que tiene más de 30 o la ayurvédica que se basa en preceptos “milenarios”. Que no te vendan la moto. No todo lo antiguo es mejor, o si no recuerda cuando los médicos recomendaban fumar, o si eres fan de lo místico y de la medicina tradicional, parafraseando de nuevo a la medicina Ayurveda:
“Ayurveda es el nombre de la “medicina tradicional” pseudocientífica1 de la India a través del uso de metales pesados tóxicos. Aproximadamente la mitad de los compuestos analizados contienen arsénico o mercurio en concentraciones tan potencialmente peligrosas que producirían daños por envenenamiento en tejidos como cerebro, riñón y en los sistemas nervioso y reproductor, principalmente en mujeres embarazadas2. Incluso se han descrito frecuentes casos de hepatoxicidad por el uso de los más variados (y en principio inócuos) productos de herbolario utilizados de forma rutinaria en la Ayurveda y en la medicina tradicional china”
Y no, no hay ninguna conspiración de las multinacionales y de las empresas farmacéuticas. La ciencia es ciencia, y si puedes leer este artículo es gracias a ella. Si además tienes más de 60 años y estás vivo, en el 90% de los casos se lo debes también a ella.
¿Qué es la dieta cetogénica?
Según el doctor David S. Ludwig, de la universidad de Harvard, este tipo de dieta consiste en la reducción de los carbohidratos y el consumo de una mayor cantidad de grasas saludables para producir un proceso que se llama cetosis, es decir, un estado natural por el que las células extraen energía de las grasas. El hígado transforma la grasa en cuerpos cetónicos, moléculas que pueden alimentar perfectamente a los músculos, el corazón, el cerebro y resto de órganos de nuestro cuerpo.
Detrás de esta información hay cientos de expertos científicos respaldándola
Si echamos la vista atrás, nuestros ancestros no tenían acceso a los carbohidratos fácilmente, por ello el cuerpo está preparado para vivir sin apenas aporte de estos.
Para producir la cetosis hay que reducir los carbohidratos por debajo de 50 gramos al día. En la dieta cetogénica se evitan la mayor parte de azúcares, harinas, legumbres, zumos, frutas y tubérculos.
Como dice el artículo de eldiario.es
“En esta dieta los carbohidratos proceden de verduras y hortalizas, que tienen una concentración mucho menor. Por ejemplo, 100 gramos de tomates solo contienen 4 gramos de carbohidratos. El resto de las calorías corresponden a las proteínas y las grasas saludables, como aceite de oliva, aguacates o frutos secos”
¿Qué ventajas tiene una dieta cetogénica?
1.- Es saciante: al reducir carbohidratos se aumenta la proteína y la grasa, por lo que hay sensación de saciedad.
2.-Es perfecta para perder peso: al usar la grasa como combustible energético se pierde hasta 3 veces más que con una dieta de déficit calórico, donde además se destruye músculo.
3.- Es efectiva especialmente con la grasa abdominal: que es donde más se acumula y que más nos cuesta perder.
4.- Se pierda grasa visceral: es muy efectiva también la peor grasa de todas, la que envuelve a nuestros órganos.
5.- Reduce el riesgo de padecer enfermades cardiovasculares: mejoraba la proporción de colesterol “bueno” y reduce la presión arterial.
6.- Mejora el cerebro: los cuerpos cetónicos tienen efectos neuroprotectores. Se está estudiando esta dieta como complemento al tratamiento de personas con Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.
¿Qué tienes que hacer?
Como siempre, recurre a un profesional que la planifique según tus condiciones. Nunca la hagas bajo tu propio criterio y así verás los mejores resultados.