Algunos piensan que es una falta de respeto pero muchos están felices.
Holly Macgillibray es una modelo de talla grande que vive en Denbirgshire, Gales. Ella decidió ir a pasar unos días a un resort que se ubica en la isla de Eleuthera, en las Bahamas.
Quería conocer directamente el lugar ya que, al leer las características del resort, le generó una mala impresión.
El lugar es un centro vacacional destinado específicamente a personas que pesan más de 120 kilos, algo que ella encontró una ofensa.
Pero su opinión fue cambiando drásticamente una vez que pudo conocer el resort. Empezó a disfrutar de los beneficios de un lugar que cuenta con instalaciones especialmente acondicionadas para personas como ella.
Las sillas eran anchas al igual que los marcos de las puertas. Las camas estaban reforzadas con barras de acero gruesas y eran muy cómodas.
El lugar cuenta con una playa de ocho kilómetros de largo totalmente privada. Todos los días hay buffet libre en el desayuno, almuerzo y cena.
“Cuando vi el anuncio en el periódico, donde buscaban personas con más de 120 kilos, estaban buscando personas que no se sintieran miserables con su aspecto, que habían roto sus sillas de playa o que no podían ir de vacaciones porque no se podían sentar en los asientos de los aviones“.
“Pero yo no encajaba en ese molde. Viajo permanentemente, uso bikinis y me puedo sentar en un asiento de avión. Lo que quise era demostrar que la gente obesa no es asquerosa ni hedionda“.
“Yo era la más pequeña del grupo, otros nunca habían visto una playa antes”.
El dueño del resort, James King, diseñó el lugar para que fuera seguro para las personas obesas y que se sientan cómodas yendo de vacaciones.
Ahora, Holly tiene una excelente opinión del lugar. Se dio cuenta de que hay personas que necesitaban sitios como éstos para poder relajarse sin que nadie los juzgue.