Se llama Ana Primavesi y es protagonista de una historia única.
Esta mujer tiene 95 años y ha dedica 70 de ellos a promover la agricultura sostenible y orgánica en Brasil. Es ingeniera nacida en Austria y había llegado a este continente de la mano de su marido junto a sus tres hijos en el año 1949 luego de verse obligados a exiliarse.
La gran geografía de ese nuevo país la cautivó, pero también conoció el lado oscuro contra el que lucharía en adelante. Brasil tiene su modelo económico principalmente agroexportador y lo convierte en uno de los mayores consumidores de pesticidas de todo el mundo.
Así lo muestra el documental de 2008, “El veneno está en la mesa”. Acá registra el hecho de que ocupa el primer lugar en el uso de estos químicos con más de 400 tipos de pesticidas ya sean insecticidas, fungicidas o herbicidas; algunos de los cuales están prohibidos fuera de sus limites.
Sin embargo, aún cuando parece que sólo existe un futuro desalentador, surgen personas como Ana que buscan luchar por lograr una alimentación saludable, creando conciencia e frenando el avance de los tóxicos en la.
Junto a su familia viven en Santa María, en Río Grande do Sul. Desde que llegó a Brasil trabaja en el área de la agricultura. En un principio, escribió y publicó manuales prácticos sobre temas relacionados al trabajo orgánico y ecológico de los cultivos y al control de la erosión del suelo. Sin esperárselo, sus libros empezaron a ser muy populares.
Hoy su trabajo la hizo ganadora del One World Award, un premio muy importantes en el área de la ecología.
Ella es la primera brasileña en recibir este galardón. Y no pretende descansar hasta lograr sus objetivos.