Constantemente nos preguntamos si los animales tienen emociones o sentimientos. Este ha sido un tema muy debatido durante años en el cual, los que tenían mascotas, votaban a favor, y los que no, votaban en contra. Algunos opinan que depende de qué tipo de emociones hablemos, si son básicas o avanzadas. Es difícil saber hasta qué punto los animales son capaces de comprender lo que ocurre a su alrededor. Está claro que son capaces de percibir las circunstancias de su entorno pues su supervivencia depende de ello, se adaptan y se protegen, pero además, cada vez es más evidente que pueden entender la esencia de nuestras acciones y hay animales salvajes que crean vínculos con los seres humanos a raíz de hechos poco comunes. Es por eso que el día de hoy les presentamos esta historia que los sorprenderá:
Todo ocurrió hace 4 años, cuando un hombre sudafricano rescató a un búho herido y dedicó un par de meses a cuidarlo.
Con cierta experiencia en el cuidado de aves rapaces, construyó en su casa un entorno adaptado al animal, para que se sintiese lo más cómodo posible.
Sólo pasaron dos meses y el animal estaba completamente recuperado y listo para volver a su vida salvaje.
Durante el tiempo que estuvo conviviendo en la casa, el ave se hizo amigo del gato que vivía allí y, en cuanto pudo, no dudó en entregarle regalos.
Sin duda no es lo más agradable desde el punto de vista humano, pero hay que reconocer que el gesto es enternecedor.
Hasta el día de hoy , el búho vive en libertad, pero vuelve periódicamente a visitar a los amigos que le ayudaron y jamás vuelve con el pico vacío. Una gran historia que merece ser contada.