La cabeza de un recién nacido mide en promedio 35 cm. y cualquier medida por sobre esta es considerada “grande”. Si ves que tu bebé tienes la cabeza más grande que los demás podría preocuparte, pero no es necesario, a menos que tu pediatra lo indique.
Un estudio descubrió que, en comparación con otros bebés, aquellos que tienen la cabeza más grande de lo normal podrían llegar a ser muy inteligentes a medida que crecen.
Entre más grande la cabeza, el cerebro será más funcional.
La investigación reunión datos de más de medio millón de personas de entre 37 y 73 años. Los participantes se sometieron a pruebas mentales y físicas que revelaron detalles sobre su estilo de vida.
El análisis de los datos demostró que las personas que tenían cabezas más grandes de lo normal cuando era bebés, habían incrementado su actividad cerebral. Además, agregaron que estos bebés son inteligentes y tienen mayores probabilidades de obtener un título universitario.
En un estudio publicado en la revista Psiquiatría Molecular, en donde se vinculó la conexión entre genes, salud e inteligencia, se encontraron los 17 hechos de mayor importancia relacionados con la circunferencia de la cabeza, pero se señaló que aún no han podido discutirlos y estudiarlos completamente.
De todas maneras hay una conexión entre la inteligencia y tener la cabeza más grande que lo “normal”. Estos bebés logran leer mejor y comprender las cosas de una manera más fácil.
Otro estudio afirma que las personas que nacen con cabezas grandes tienen más neuronas, lo que provoca tener una mente más aguda y hábil para resolver problemas. Este tipo de personas tiene el potencial de usar sus habilidades mentales al máximo.