Estamos seguros de que has oído alguna vez sobre la Ley de Atracción y que esta postula que si le pides al Universo, él te provee. Sin embargo, quizá sientes que el Universo a ti no te escucha como a los demás que practican esta Ley de la Atracción. No esperes más y empieza a confiar en el Universo para pedirle lo que deseas. No te frustres si no te resulta a la primera vez que lo pides. Tampoco sientas que algo está mal contigo o que son todas mentiras.
Lo que quizás esté sucediendo es que no estás usando la forma correcta de pedirle algo al Universo. Por supuesto que existen ciertos códigos que son muy importante conocer antes de hacer una petición. Una vez que lo descifres, verás que se desatan muchas de situaciones positivas a tu alrededor.
1. Sé muy específico en tu petición
Si vas a pedirle algo al Universo, debes pensar en algo concreto. Cuanto más concreto sea el pedido, mejor responderá el Universo. Es lo mismo que sucede en la vida diaria. Creemos que tener un deseo más general acerca nuestras posibilidades de cumplirlo, cuando es exactamente al revés. Mientras más focalizados estemos en lo que deseamos, más fluirán las energías del Universo para que lo obtengamos.
2. Cuantifica tu pedido
Cuando necesitas pedirle algo al Universo, además de ser específico deberías pensar en buscar cosas cuantificables. Siempre será mejor pedir “un millón de dólares” que “más dinero”. No importa si te parece mucho o poco, debes ser claro con el Universo, y entonces él te recompensará con lo que hayas pedido. Eso sí: debes pedir la cantidad siempre con mucha fe en que llegará tal y como la has pedido. Mejor que pidas algo en lo que crees, a que pidas demasiado sin confianza alguna. Pues la fe que tengas en la posibilidad de alcanzar tu meta será transmitida al Universo.
3. Enuncia algo positivo
Cuando quieras hacer un pedido al Universo, tiene que decirse de manera positiva. Es decir, el pedido debe ser “quiero aprobar esta materia” y nunca “no quiero desaprobar esta materia”. Pensar un pedido en positivo activa energías positivas, ya que pensar en negativo provoca lo contrario.
Por eso, siempre tienes que concentrarte en todo lo bueno que vendrá a partir de que tu deseo se cumpla; y nunca en lo malo que pasará si no sucede. Recuerda: el universo no entiende el NO.
4. Pide herramientas
Existe una frase que dice “Regálale un pez a un hombre y comerá un día. Enséñale a pescar y comerá toda la vida”? Es una frase que suele ser más fácil de internalizar cuando se trata de la vida de otros que de la nuestra.
Como te hemos dicho anteriormente, para hacer un pedido al Universo tienes que tener mucha confianza en que el Universo te escuchará. Tal vez, esa confianza sea mucho mayor si, en lugar de pedir la resolución de un problema, pides herramientas para resolverlo.
Quizás en vez de pedir un millón de dólares, puedes pedir “ese trabajo en Google por el que, al cabo de un año, habré ganado un millón de dólares”. No es que al Universo le cueste menos darte una cosa que otra. Sin embargo, para ti puede ser más fácil confiar en un pedido que en otro. Pide herramientas, ya que te hará crecer también como persona.
Este último punto es, quizá, el más importante, aunque tiene relación directa con los anteriores. Una vez que hagas un pedido al Universo, debes actuar como si ya hubiera sucedido. Más aún, el pedido, más que una expresión de deseo, debe ser un enunciado en presente y en positivo. “Me veo trabajando en una gran cadena de hoteles, en el puesto de gerente de Marketing. ¡Estoy tan feliz de haber conseguido el puesto!”.
Esa es una manera correcta de pedirle algo al Universo. Después de haberlo pedido, piensa… ¿Cómo actuarías si ya estuvieras trabajando ahí? Recuerda cuando eras niño y empieza a jugar imaginando que eres el gerente de de una gran cadena de hotel. Camina como si lo fueras, habla como si lo fueras, actúa como si lo fueras. El Universo escuchará esas señales que estás mandando con todo el cuerpo, con toda la mente y la actitud y te dará siempre lo que quieres.