En la región de Picardie, Francia los habitantes de la zona estaban enfrentando un problema que tenía a muchos molestos luego que el alcalde se enterara de lo que hacían en el bosque.
Un día, un hombre se encontraba caminando por el bosque cuando se percató que un camión pasaba por el lugar. Eso le llamó la atención y era sospechoso porque era un camino poco transitado. Al acercarse a ver de qué se trataba, se dio cuenta que el camión se había detenido más adelante y descubrió todo.
Resulta que ese camión se encontraba botando basura en el bosque. Quizás esas personas creyeron que nadie los vería y no se imaginaron que serían descubiertos. El hombre al ver lo que ocurría fue a dejar constancia del hecho a la alcaldía de la ciudad.
Cuando el alcalde Christopher Dietrich se enteró del incidente quedó indignado y se dispuso a hacer que aquel que contaminara el entorno natural recibiría una lección que no olvidaría jamás.
Su objetivo era claro, aplicar el principio de “devolución”, es decir, la basura la iban a devolver a quién la fuera a botar allá.
Por eso, muchos notaron que enfrente de sus casas, se encontraba la basura que había desechado en el bosque. Obviamente, los sorprendidos y molestos ciudadanos reclamaron el hecho contra el alcalde quien se defendió diciendo que no era ilegal y que simplemente “se estaba regresando la propiedad a sus legítimos dueños”.
Al ser un método radical, obtuvo los resultados que esperaba. La mayoría evitó cometer el ilícito y dejaron de dejar desperdicios en el bosque. Aunque aún falta que todos dejen de hacerlo, lo cierto que la acción de este alcalde no dejó a nadie indiferente.
Una buena iniciativa que deberían replicar algunos alcaldes en otras partes del mundo ¿no crees? ¡Viralicemos para que se enteren!
