Si bien en Finlandia, como en todos los países, existen ciertas regulaciones que buscan asegurar los derecho básicos de los animales, los criadores de zorros tratan de jugar dentro de los límites aprovechando malformaciones genéticas para vender más piel.
Hace algunas semanas, la ONG finlandea Animal Justice ha comenzado a difundir las condiciones en las que se encuentran los denominados “zorros monstruo”.
Las imágenes difundidas por la organización fueron tomadas en cinco granjas de piel en Ostrobothnia (oeste de Finlandia) y ya han sido difundidas por toda Escandinavia. Las imágenes muestran a zorros con enormes pieles y rollos de grasa doblados sobre sus cuerpos e incluso cubriendo casi completamente sus ojos.
Todo para aumentar la cantidad de piel en sus cuerpos.
Estos animales pueden llegar a pesar hasta cinco veces lo normal, y están tan hinchados que apenas se pueden mover en sus jaulas.
Animal Justice afirma que la pieles de estos ejemplares son vendidas en Helsinki, en tiendas como Louis Vuitton y Michael Kors.
Usualmente, se necesitan unos 10 e incluso 20 zorros comunes para hacer un abrigo de piel, pero cuando intencionalmente se crea esta anomalía en los zorros se necesitan bastante menos animales. Estos zorros también se usan para hacer sombreros.
Es por eso que estos ejemplares han sido criados de forma selectiva, cruzando a los ejemplares más obesos e incluso eligiendo a quienes tenían más anomalías genéticas. De esta forma, lo zorros son naturalmente más gordos, tamaño que se incrementa gracias a la sobrealimentación de la que son víctima, sólo para aumentar aún más la piel y el pelaje de su cuerpo.
En los últimos cinco años, más de 2,5 millones de artículos de piel han sido importados al Reino Unido desde Finlandia, según las cifras de intercambio comercial.
La crianza de estos animales es ilegal en 10 países de la Unión Europea, así como naciones tales como Alemania y República Checa. Ya hace tiempo el abrigo de piel ha sido prohibido en Suiza, Holanda, Australia, Croacia, Eslovenia, Serbia y Bosnia.
Sin embargo, en Finlandia aún se permite la elaboración de estas piezas. No obstante, la manipulación y el abuso del que están siendo víctima estos zorros va más allá de la cría normal.