Estas Gemelas Ayudan A Revelar El Enigma De La Orientación Sexual ¿Se Nace O Se Hace?

Por sus fotografías, podemos notar que Rosie Ablewhite y Sarah Nunn son dos gemelas idénticas. Nacieron hace 29 años. Por ser gemelas comparten su material genético y su crianza también y se ve que son dos hermanas normales y felices. Pero, si ahondamos un poco en su vida personal, ambas podrían dar con la clave para un misterio que ronda el tema de la sexualidad, ya que a pesar de compartir todo lo que podría definir a una persona a nivel biológico y social, tienen una orientación sexual diferente.

 

 

Este extraño fenómeno llevó a que un equipo científico comenzara a estudiar a las gemelas, junto con otro grupo que reuniera características parecidas. Tenían como objetivo de estudiar la sexualidad humana, más específicamente la orientación sexual. En una conversación con el diario británico The Times, Sarah aseguró:

“Cualquier amigo se sentía más a gusto con Rosie. A ella le gustaba el fútbol, hablaba sobre cosas de chicos, jugaba vídeo juegos. Eran como ‘Sarah, eres realmente aburrida. Voy a ir a jugar con Rosie. Me ponía celosa que la quisieran más.”

Comúnmente se utiliza un método para encontrar la raíz de la sexualidad de una persona y es revisar cómo se desarrolló durante la pubertad. Según The Times, las personas homosexuales generalmente notan  “comportamientos atípicos del género” durante su juventud más temprana. Pero puede llegar a ser difícil estudiar esas actitudes si se basan en la relatividad de la memoria individual.

 

 

En un controversial estudio, realizado  por el Dr. Gerulf Rieger, llamado Developmental Psychology (Psicología de desarrollo), él y su colega Tuesday Watts, aseguran haber sido capaces de resolver la gran duda a través de fotografías.

Los investigadores pidieron a 56 parejas de gemelos idénticos con distintas orientaciones sexuales, que les prestaran  fotografías de su infancia, para ver si los sujetos de estudio, que no estaban al tanto de las verdaderas intenciones del experimento, podrían encontrar ciertos rasgos que les pudiesen dar una pista sobre su sexualidad.

Uno de los motivos por los que este experimento ha resultado ser catalogado como polémico, es porque podría asociar aspectos de la sexualidad con la identidad de género. También, encuadra comportamientos estereotipados para “niños” y “niñas”.

 

 

Más allá de las polémicas, las antiguas fotos de Sarah y Rosie parecen ser muy congruentes con dichos estereotipos. Una foto muestra a las gemelas columpiándose. Ahí, Rosie está vestida como Superman, mientras que Sarah, quien jugaba con Barbies y se disfrazaba de Wilma, de Los Picapiedras, viste ropa más “tradicional” en lo que se suele asociar con una niña.

 

La mayoría de las personas apuntan a la genética, pero el Dr. Rieger asegura:

“Lo que podemos hacer es descartar algunas cosas por ahora. Un montón de personas saltan a la conclusión de que debe ser la genética. Esto muestra que hay algo que se manifiesta temprano, en su ambiente temprano, que no tiene nada que ver con los genes, pero aún así puede tener un efecto tremendo en la orientación sexual.”

Al doctor tampoco parece inquietarlo la naturaleza polémica de su estudio y agrega:  “No me importa si es controversial… Es muy peligroso comenzar a recorrer la ruta de pensar así.”

Rosie y Sarah  piensan que es extraño, después de 20 años, que les haya tomado tanto tiempo darse cuenta de cuán diferentes eran una de la otra.

Rosie asegura habérselo “cuestionado por mucho tiempo”, Sarah estaba “loca por los chicos” y durante alguna época, ella habría intentado parecerse a su hermana, pero cuando tuvo un novio, se dio cuenta de que no se sentía para nada atraída hacia él, al punto de ni siquiera querer besarlo.

 

Aún es un misterio, pero de puede descartar la genética y el ambiente como factor determinante de la orientación sexual. Lo cierto es que. al parecer, ni el entorno natural, la nutrición o la genética, pueden aún dar con la respuesta de la orientación sexual. Claro que sería mucho más fácil no tratar de averiguar el porqué y sólo  aceptar que hay un maravilloso mundo de diferencias entre los seres humanos. Y la sexualidad no es nada más que una característica de esta diversidad.