Hacer buceo durante la noche es una experiencia única. A medida que se va descendiendo, los ojos se van acostumbrando a la oscuridad que reina en las profundidades del mar. Acompañado de una linterna, se va descubriendo un nuevo mundo lleno de magia. El lugar es increíble.
Si vas al mismo lugar en el día, notarás que el paisaje cambia diametralmente cuando está de noche. Se puede ver que los colores son otros bajo la luz de la linterna ya que las cosas contrastan con la oscuridad. Algunos animales no se ven intimidados con ella, es más, se sienten atraídos y persiguen la luz sin miedo alguno.De noche todo tiene una perspectiva diferente.
Sorprende el comportamiento de los animales. Al esconderse el sol, algunos peces descansan pero otros se ponen en la actitud de caza. Por ejemplo, los cangrejos se mueven de un lado a otro con sus pinzas listas para agarrar a su comida.
O un pulpo. Este animal es fascinante y ofrece un gran espectáculo nocturno. Verlo arrastrarse con sus tentáculos y buscando crustáceos para alimentarse es algo fascinante. Estos animales generalmente se refugian durante el día en cuevas.
Pero lo más mágico del océano durante la noche es la bioluminiscencia o luces fluorescentes. Cuando se está buceando y se apagan las linternas, las algas marinas microscópicas producen luz propia.
El océano es oscuro y al moverse estas diminutas algas, se comienza a iluminar con estas “chispas de luz” al ritmo del mar. Algunos dicen que se trata de una aurora boreal pero en el mar. Esta bioluminiscencia es un fenómeno natural y puede darse otros lugares como lagos u otros organismos terrestres como luciérnagas y hongos.
Ver cómo los rayos de luz de la luna llena atraviesan el mar también es algo grandioso y alumbran el fondo. Puede ser incluso innecesario encender las linternas cuando esto ocurre.
