Muchos apoyan la iniciativa por considerarla lógica, pero otros creen que atenta contra las familias normales y que no cuentan con dinero…ya sabrás por qué.
Cuando vas a un cine es porque deseas ver en pantalla grande y sonido envolvente aquella película de cartelera que tanto estabas esperando. Esperas poder sentarte y disfrutar del momento en calma. Eso, siempre que no te toque alguien que esté comiendo sus palomitas al lado de tu oído o que se le ocurra estar pateando tu asiento por detrás, o aquellos que se la pasan conversando toda la película y los que se ríen descontroladamente.
Sin embargo, hay que reconocer que el lugar es algo democrático. Todos están en el derecho de disfrutar la película como quieran, sea que se rían, coman con la boca abierta, sorbetéen su refresco o…que lleven a su bebé.
Esto último se sale un poco de toda lógica, sobretodo si lo más probable es que le vayan a arruinar el momento a todos en la sala de cine; por eso, mejor pensarlo bien antes de hacerlo.
Y es justamente el problema que generó este cine y causó gran polémica ya que muchos lo consideran discriminatorio y un error grave.
Se trata de una de las cadenas Cinépolis en México que colocó un cartel donde se prohibía la venta de boletos a los asistentes que llevaran menores de tres años.
Es por eso que se creó el debate ya que la gente no sabe si se debe apoyar esa política o no. Algunos tienen claro que si vas a disfrutar de una película al cine, que no sea con el llanto de un bebé. El tema es discriminatorio para algunos porque no cuentan con los recursos para pagarle a una persona para que cuide al niño mientras salen a ver una película.
