El síndrome de las piernas inquietas es un desorden caracterizado por un extrema urgencia incontrolable de mover las piernas. Además de la necesidad del movimiento, las piernas presentan sensaciones de escozor, ardor, cosquilla y choques eléctricos.
Este síndrome puede aparecer a cualquier edad, incluso en la infancia, pero es más común en personas de mediana edad o mayores. Las mujeres son más propensas a desarrollar esta enfermedad que los hombres y se estima que del 5 al 15% de la población norteamericana padece esta enfermedad.
Síntomas
- Urgencia incontrolable de mover las piernas
- Incomodidad en la pierna que se alivia temporalmente con el movimiento
- Los síntomas aparecen cuando las piernas están quietas, al estar acostado o sentado por un tiempo prolongado.
- Los síntomas empeoran o empiezan en la noche y pueden interrumpir el sueño.
- Los síntomas moderados pueden ser calmados con tratamientos caseros, sin embargo aquellos casos severos requieren tratamiento y medicación
Personas más propensas a desarrollar el síndrome de piernas inquietas
- Personas con antecedentes familiares
- Personas de ascendencia norte europea
- Mujeres en su tercer trimestre de embarazo, de hecho los síntomas empeoran luego de dar a luz
- Personas que usan cierta medicación, incluidos antidepresivos, antipsicóticos, antihistamínicos, bloqueadores de canal de calcio y medicinas anti náuseas
- Personas con ciertas condiciones como la neuropatía periferal, problemas de riñon, parkinson, diabetes y deficiencia de hierro.
- Baños de agua tibia que ayuden a relajar los músculos
- Paños calientes o fríos para aliviar las sensaciones incómodas
- Higiene a al hora de dormir, mantener la habitación oscura y tranquila, ir a la cama y despertar siempre a la misma hora, limitar el uso de aparatos electrónicos antes de ir a la cama.
- Técnicas de relajación como el yoga y la meditación
- Ejercicios regulares o moderados, pero ejercicio intenso no se recomienda porque empeora los síntomas
- Evitar el tabaco, alcohol y cafeína
Lo médicos pueden prescribir medicación para tratar los síntomas más severos:
- Drogas dopaminérgicas que aumenten los niveles de dopamina en el cerebro
- Sedativos comol las benzodiazepinas
- Opioides, solo en casos extremos
- Anticonvulsivos
Recuerda siempre consultar a tu médico sobre cualquier efecto secundario que puedan tener los medicamentos prescritos.