Laura Misetich no es solo una joven de 25 años que tuvo un impresionante cambio físico, sino que su dedicación, esfuerzo y voluntad lograron que cumpliera su objetivo que se planteó cuando tenía 23 años.
Ella solía pesar más de 130 kilos, un día decidió que sedentarismo y los malos hábitos alimenticios tenían que acabar y alejarse de su vida para siempre. El problema no solo era estético, sino que también de salud y mental, ya que a su corta edad la obesidad le podría ocasionar serios riesgos. Entonces la decisión fue irreversible y solo quedaba seguir adelante hasta cumplir el objetivo.
Así lucía Laura a los 23 años.
Sufría de dolores de espalda debido a su sobrepeso y además era objetos de burlas.
El problema era evidente, pero actualmente Laura es una nueva persona. Ella misma relata cómo fue viviendo el proceso de cambio:
“Lo que me hizo cambiar fue cuando me gradué de la universidad. En ese tiempo me había dejado mi ex enamorado con el cual había salido durante 4 años, y entendí que había llegado el tiempo de cambiar algo”
Además pronto comenzaría a desempeñarse como profesora de una escuela y le interesaba ser un buen referente para sus alumnos.
“Quería que mis alumnos sintieran orgullo de mí y que no hablaran mal a mis espaldas”
Entonces se inscribió en un gimnasio y comenzó con una exigente rutina de ejercicios que acompañó con una estricta dieta.
Los cambios comenzaron a verse luego de un tiempo.
“Entendí que no podía estar con los brazos cruzados, sin hacer nada. Antes para pasar el tiempo, lo único que hacía era abrir el refrigerador y buscar algo para comer. No tenía hambre, pero el hecho de comer se había convertido en una costumbre, algunas personas buscan otros métodos para tranquilizarse, pero el mío era a través de la comida”
El esfuerzo logró que al cabo de 2 años Laura fuera capaz de perder 80 kilos, el cambio era increíble.
Así era a los 23 y así es ahora a los 25 años.
“Los ejercicios completaron el gran vacío que sentía en mi vida. En la sala había un grupo estupendo de personas,con las cuales era agradable conversar mientras entrenaba. Tal vez tuve suerte y por eso siempre me gustaba ir al gimnasio. Y la rápida pérdida de peso influyó tanto en mí, que no quería parar”
Ahora luce así
Ha trabajado no solo para bajar los kilos de más, además ahora está tonificando su cuerpo para ganar resistencia, fuerza y músculos.
Sin duda es un gran cambio de mentalidad y estilo de vida.