Todd Wayne Boyes (44), un presidiario de una cárcel del estado de Virginia Occidental, logró escaparse el pasado 29 de octubre utilizando un disfraz ridículamente simple.
Boyes solo tuvo que despojarse de su uniforme de reo y ponerse un suéter oscuro y unos pantalones color caqui.
En la imágenes que se grabaron dentro de la prisión se puede ver cómo camina con absoluta naturalidad por los pasillos, listo para encontrar su libertad. Sin miedo ni temor, llegó directo a la salida de la penitenciaría South Central Regional Jail y como estaba vestido de civil, los guardias lo dejaron salir.
El recluso enfrentaba una condena de hasta 20 años por robar un auto y además embestir con él a un coche policial, según lo que informó la policía a la prensa.
Luego de fugarse, Boyes se fue a Texas, desde donde intentaría cruzar el río Bravo para llegar a Mexico, pero fue capturado por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense.
Por el momento las autoridades de la prisión están investigando cómo se produjo una fuga tan absurda y por qué los guardias tardaron tanto tiempo en percatarse de la evasión.