El cerebro es, junto al hígado, el órgano del cuerpo humano que más oxígeno consume. Para hacernos una idea, aunque el cerebro solo representa el 2% del peso corporal, gasta aproximadamente el 20% del oxígeno disponible. Nuestro cerebro necesita mucho oxígeno y lo necesita de forma continuada puesto que las neuronas mueren a los pocos minutos de que se interrumpa el suministro de oxígeno.
El cerebro siempre debe estar oxigenado, pero no sólo necesita oxígeno, ya que también debe combatir un tipo de oxígeno que es perjudicial, los radicales libres.
No debemos olvidarnos de que los radicales libres son parte de un proceso normal del cuerpo, sin embargo, determinadas actitudes saludables evitarán que estos radicales libres extra dañen rápidamente nuestro cuerpo.
Los radicales libres pueden dañar nuestro cuerpo, pero sobre todo a las neuronas. Por eso necesitamos una gran cantidad de antioxidantes en el cerebro, pues así podemos controlar el “oxígeno malo” que nuestros alimentos producen.
La principal forma de evitar los radicales libres, ahora que sabemos el daño que producen, es la alimentación. Consumir alimentos con alto contenido de antioxidantes permite que estos ataquen a todos los radicales libres. Debemos comer frutas y verduras, beber suficiente agua, respirar aire puro y tener unos hábitos saludables para contrarrestar el desarrollo de radicales libres, un hecho que no podemos eliminar pero sí frenar.
Ciertas frutas y vegetales
Corría el año 200, cuando un grupo de científicos en el Instituto Tecnológico de Comida en Estados Unidos informaron que alimentos como las naranjas, limones y una serie de vegetales morados como la berenjena reducían las probabilidades de sufrir embolias. Estos alimentos podían cruzar la barrera de sangre en el cerebro y protegerlo de radicales libres en las grasas.
Vitamina E
Hierro
Aparte de ayudar al hígado, el hierro puede producir hemoglobina que las células rojas necesitan para llevar oxígeno al cerebro. La mayor parte de las carnes y pescados son ricas fuentes de hemoglobina, pero de igual manera lo son las lentejas y espinacas.
Otras vitaminas
Existen otras vitaminas que son benéficas para el cerebro. Por ejemplo, la vitamina B-6 que se encuentra en muchos de los alimentos antes mencionados reduce los dolores de cabeza y la B-12 mejora el metabolismo y el funcionamiento del sistema nervioso central. Todo, en conjunto con una dieta que regule el resto de los órganos y el siempre necesario tiempo de ejercitación te ayudarán a prevenir muchas enfermedades que cada vez son más recurrentes.
