Pocas personas le dan la importancia necesaria a la columna vertebral, ya que siendo la base de nuestro cuerpo y lo que literalmente lo sostiene todo, debería tener un mucho mejor trato. Es importante cuidarla siempre, sin importar tu edad, porque cuidar la espalda significa cuidar tu salud en general. Para que tomes conciencia al respecto, hemos preparado una lista de algunas actividades cotidianas que dañan nuestra columna sin que nos demos cuenta.
1. Cepillarse los dientes
Cuando estamos de pie, la carga sobre la columna es mucho más fuerte que durante una caminata larga. Si tienes que pasar mucho tiempo de pie todos los días, busca maneras de suavizar ese efecto negativo sobre tu columna.
Para evitarlo: Mientras te cepillas los dientes, sugerimos que te apoyes en el espejo o en el mueble de enfrente con la mano libre.
2. Lavar los platos
Cuando lavamos los platos, por lo general, adoptamos una posición semi arqueada y tensamos los brazos todo el tiempo. Así es como los discos intervertebrales se desgastan rápidamente, provocando dolor en los omóplatos.
Para evitarlo: Mientras lavas los platos, sugerimos que te apoyes con una rodilla en una silla para reducir la presión.
3. Cambiar un neumático
4. Cargar bolsas del supermercado
Usa más de una bolsa para poder balancear el peso en ambos brazos. Esto protegerá tu columna de una carga adicional.
Para evitarlo: Para empezar, recuerda que si vas a levantar algo pesado, debes hacerlo con las piernas dobladas en las rodillas. Para las mujeres se considera pesado el peso por encima de 2 kg; para los hombres, a partir de 5 kg.
Recuerda que para cargar bolsas pesadas, necesitas distribuir bien el peso entre ambas manos.
5. Lavar los pisos
Al menos una vez por semana limpiamos nuestro hogar y al hacerlo, dañamos nuestra columna: exponemos nuestras piernas y la espalda a una presión fuerte, movemos agitadamente los brazos, levantamos cosas pesadas (un balde con agua). Para evitarlo: No laves los pisos a mano, pues para eso existen los traperos.
6. Atarse los cordones
Todo lo que hagamos en una posición agachada, daña nuestros discos intervertebrales. Si los exponemos a una carga constante, los nutrientes dejan la columna y se vuelve “aplastada”. Por eso de vez en cuando sentimos dolores opresivos o punzantes en algunas áreas de la columna. Los nutrientes se reponen solo en una posición cómoda del cuerpo: por ejemplo, cuando dormimos. Por eso en el transcurso del día es importante cuidar tus sensaciones en la espalda y no someterla a pruebas.
Para evitarlo: Siéntate cuando quieras a atarte los cordones, lleva el pie hacia ti en vez de agacharte.
7. Usar mochila
La mochila es un accesorio popular no sólo entre los escolares. A menudo metemos en ella todo lo que se pueda con tal de no tener que cargar cosas en las manos. El peso excesivo de la mochila y la forma equivocada de usarla afectan nuestra columna.
Para evitarlo: Por algo cada mochila tiene dos tirantes, es decir, son para usarlos para que el peso esté bien distribuido. Dales preferencia a las mochilas con tirantes anchos y suaves ya que suavizan la carga tanto sobre el cuello como sobre la columna.
8. Sacar cosas pesadas desde arriba
Cuando nos estiramos hacia arriba para alcanzar algo, nuestra columna también se estira. Ahora imagina cómo se sienten los discos cuando en esta posición se les cae un peso encima, puede ser una maleta, incluso si está vacía. Es igual a tirar un ladrillo sobre un globo inflado. Claro que los discos no se revientan, pero si lo haces sistemáticamente, las consecuencias pueden ser bastante serias.
Para evitarlo: Si necesitas tomar algún objeto pesado desde arriba, usa una silla para reducir el estiramiento de la columna lo más que puedas. Lo ideal es que el peso esté al nivel del pecho.