Es sabido que el ser humano crece ante las dificultades y no hay mayor ejemplo que este pequeño.La vida ha sido muy dura con él, casi implacable. Este niño se ocupa de su padre desde su más tierna infancia.
Aunque no lo creas, sólo tiene 7 años y ya es un enfermero, cocinero, estudiante, hijo, acompañante de enfermos y jefe de familia. Demasiados oficios a sus hombros.
Eran una familia hace cuatro años, pero su madre, quien estaba hundida en sus penas los abandonó, a él y a su padre, Ou Tongming. Su padre era un hombre sano de 37 años que cayó de un edificio y quedó paralítico. Su esposa, ahogada en un mar de penurias y deudas financieras, decidió abandonarlo y dejar atrás también a su hijo.
Pero el niño, que era casi un bebé, no pudo di no más que enfrentar el problema: lo enfrentó con dignidad y un amor incondicional.
Un niño que de seguro será muy feliz en la vida, pues desde pequeño sabe el verdadero valor de los lazos de familia y lo que significa el sacrificio.