Las críticas nunca se han hecho esperar así que comentarios de este tipo hay por montón como el de una ex conejita afirmó que Hefner “le encantaba tener orgías y obligaba a chicas con apenas la edad legal a encaramarse sobre él y tener sexo sin ningún tipo de protección”.
La noche del miércoles pasado murió el fundador de Playboy, Hugh Hefner, a la edad de 91 años. La noticia corrió como pólvora y trajo a la palestra la dudosa vida de Hefner quien, a pesar de apoyar a los grupos LGBTQ, no tuvo la misma posición en cuanto se refería las mujeres. Así es él, un hombre de no fue ni blanco ni negro en cuanto a temas controversiales y esto divide al público general.
La primera publicación de una revista Playboy fue en diciembre de 1953 aprovechando la revolución sexual que se vivía en el momento junto a otras libertades como el aborto y los anticonceptivos. De hecho esta primera edición decía que “Si eres hermana, esposa, o cuñada y me tomaste por accidente, por favor entrégame al hombre de tu vida”.
De hecho, y curiosamente, el mismo Hefner señaló en su momento durante una entrevista que cedió ala revista Vanity Fair el 2010 que “Playboy luchó por causas feministas como el uso de métodos anticonceptivos. Nosotros fuimos quienes ayudamos a las mujeres a luchar por el aborto. Pero la idea de que las mujeres no aceptan su propia sexualidad es una locura”.
Pero así ocurre con personajes tan públicos, tienen la capacidad de tergiversar los hechos y lo hacen sin ninguna dificultad además de darles el espacio para hacerlo, tal como lo hizo Hefner.
Los que abogan por los derechos de la mujer opinan distinto y no cuesta encontrar motivos, y más cuando él mismo señaló en una ocasión que las “mujeres son objetos”.
Así se expresó Holly Madison, la ex conejita Playboy que escribió un libro sobre su vida con Hefner. Por ejemplo, nunca pudo decidir si podía tener sexo con él o no. Simplemente se esperaba que lo hiciera si estaban contratadas para trabajar en la mansión. “Yo sabía que algo estaba ocurrió, tan tonta no soy, pero ninguna de nosotras lo admitía o quería hablar sobre eso” . Dijo que Hefner “le encantaba tener orgías y obligaba a chicas con apenas la edad legal a encaramarse sobre él y tener sexo sin ningún tipo de protección”.
Además contó del maltrato psicológico que tenía Hefner hacia ella por su apariencia. Eso la llevó incluso a querer suicidarse. Incluso la hizo renunciar como camarera en Hooters. Allí, al menos, podía desenvolverse libre, como una mujer independiente.
Otra ex conejita que se fue de confesiones fue Gloria Steinem quien hoy es periodista. Según cuenta, los clubs eran el paraíso exclusivo para los hombres. Las chicas que trabajaban ahí apenas tenían acceso a una educación, tenían que trabajar horas extras y recibían un sueldo miserable. Según su percepción, la era pornográfica no erótica como la quisiera hacer pasar.
En momento que se luchaba por los derechos de las mujeres, Playboy vio un aprovechamiento de la situación y publicaba fotos de mujeres desnudas con el único objeto de satisfacer las necesidades de los hombres.
Algunos defienden el legado de Hefner señalando que le permitió a las mujeres mostrar que podían tener sexo y disfrutarlo. Pero desde siempre se ha preocupado de objetivizar a la mujer permanentemente y no existe otro nombre para eso.
Por eso, cuando decimos Playboy lo primero que se nos viene a la cabeza son mujeres desnudas y no lo que pretenden vendernos en cuanto al progreso de la mujer, el movimiento feminista, la ruptura de tabúes, o lo que sea.