A sus cortos 11 años, la pequeña niña Ella Briggs de Connecticut, ya está haciendo historia. Y es que recientemente, y contando con el apoyo de 6.400 de sus compañeros de 87 escuelas del estado, pudo convertirse en la primera “gobernadora de los niños” abiertamente homosexual.
La pequeña activista lesbiana centró su campaña en la seguridad para las personas jóvenes LGBT+, inspirándose en su propia experiencia para crear tanto su campaña como sus discursos. Pero a pesar de su gran logro, todavía quiere ir por más.
Ella anhela convertirse en una lideresa nacional e incluso internacional, pues sueña con transformarse en la primera presidenta lesbiana de Estados Unidos. Viendo toda su energía y carisma, parece algo bastante probable.
“Muchos niños no se sienten cómodos con quienes son y eso me pone muy triste, porque solo quiero que todos sean felices y sean ellos mismos. Me gusta ser yo misma”, cuenta Ella. “No cambiaría nada de mí y no cambiaría nada de nadie más en todo el mundo”.
Incluso, en el tercer y cuarto grado llegó a ser excluida por sus compañeros, que se negaban a sentarse junto a ella. “Creo que me tenían miedo”, reflexionó. “Tenían miedo de tocarme”. Incluso cuando le contó a una de sus profesoras sobre su orientación sexual, ella le respondió que ese era un tema no “apropiado para la escuela”, lo que hirió los sentimientos de la niña.
Esto hirió los sentimientos de la pequeña lideresa. Años después, está contenta con su elección como gobernadora, pese a que algunos padres no le permitieron asistir a sus hijos a la ceremonia de proclamación.
“Estoy tan feliz de que vinieran la mayoría de los niños de mi clase”, señaló en la ocasión. “Hubo algunos niños que se retiraron pero no se puede hacer nada al respecto. Los que odian odiarán. Es increíble estar en una habitación llena de gente que me acepta. Se siente realmente bien”.
La iniciativa de gobernador infantil es un programa creado por la oficina de Asuntos Públicos de Connecticut para que niñas y niños aprendar lo que significa tener un cargo político que, en este caso, tiene un período de un año.
En este año, Ella intentará mantener las “escuelas seguras y difundir el mensaje de que el amor es amor”. La idea es que todos los niños y niñas se sientan cómodos como son, contando con la contención y el apoyo que necesitan en sus etapas tempranas de descubrimiento personal.
Ella descubrió a los tres o cuatro años que no se sentía atraída por los niños. “No quiero casarme con un papá, pero quiero un bebé, ¿cómo puedo hacer eso?”, le preguntó un día a su madre. Ya cuando tenía 7 años, empezó a usar ropa más masculina y el pelo corto.
“Sí, me identifiqué como un hombre durante mucho tiempo, lo recuerdo”, contó la pequeña Ella. “Sentía como si estuviera bien, ya que me gustan las chicas. No me gustaba pensar por mí misma. O pensaba que tal vez soy solo gay o lesbiana o lo que sea. Estaba como ‘no, soy un niño’. No me pueden gustar las chicas si soy una chica”.
Gracias al correcto apoyo, a los 8 años se dio cuenta de que le gustaba ser mujer. “Es mucho más divertido”, señala la gobernadora infantil de Connecticut. Una experiencia fundamental para llegar a esa conclusión fue un viaje familiar al extranjero, donde vio una valla publicitaria con dos mujeres madres que le daban la bienvenida a su bebé en un hospital.
“Luego le dije a mi mamá: ‘Mami, creo que quiero hacer eso cuando sea grande'”, contó la niña. Estos momentos le ayudaron a forjar su carácter y dieron origen a su anhelo de convertirse en la primera presidenta lesbiana de Estados Unidos para mejorar la sociedad en que vive y hacerla segura para la gente de la comunidad LGBT+.